Washington lanzará una alerta pública sobre hackers supuestamente ligados a China que intentaban piratear investigaciones estadounidenses para elaborar una vacuna contra el coronavirus, informaron este lunes dos periódicos locales.
El FBI (agencia policial federal) y el Departamento de Seguridad Interior (DHS) planean emitir una advertencia sobre los piratas informáticos chinos, en un momento en que iniciativas gubernamentales y privadas están en una carrera contrarreloj para obtener una vacuna contra el mal, informaron los diarios estadounidenses The Wall Street Journal y The New York Times.
Preguntado por esos informes, el presidente Donald Trump no los confirmó, pero dijo. "?Qué más hay de nuevo con China?, Díganme. No estoy contento con China".
"Estamos vigilándola de muy de cerca" agregó.
Según los reportes, varios funcionarios estadounidenses acusan a piratas cibernéticos de estar vinculados al gobierno chino. La advertencia será emitida en los próximos días.
La eventual advertencia se sumaria a los alertas e informes previos que acusan a hackers respaldados por los gobiernos de Irán,Corea del Norte, Rusia y China de actividades maliciosas relacionadas con la pandemia y que incluye la difusión de noticias falsas sobre científicos
En Pekín, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, rechazó esas acusaciones, afirmando que su país se opone firmemente a los ciberataques.
"Estamos liderando la investigación mundial para el tratamiento y una vacuna para la COVID-19", afirmó el ministro que aseguró que es "inmoral" atacar a China con rumores y calumnias en ausencia de "pruebas".
Estados Unidos tiene un largo diferendo con China, a la que acusa de espionaje industrial. El asunto de la defensa de la propiedad intelectual estuvo en el centro de la guerra comercial que se había desatado hace poco tiempo entre ambas potencias.
Pero esta nueva acusación podría enturbiar aún más las relaciones muy deterioradas desde la aparición del nuevo coronavirus en la ciudad china de Wuhan, a finales de 2019.
El gobierno de Donald Trump acusa a las autoridades chinas de haber tardado en alertar al mundo de la epidemia, de haber disimulado su extensión y maquillado cifras, por lo que considera que son "responsables" de la propagación planetaria, que ha provocado a una crisis económica sin precedentes en todo el mundo.
