La ministra Información libanesa, Manal Abdel Samad, anunció el domingo su dimisión, la primera de un miembro del gobierno después de la devastadora explosión en el puerto de Beirut que ha traumatizado a la opinión pública y avivó el enfurecimiento de la población contra la negligencia e incompetencia de los dirigentes.
Ilustrando la magnitud del descontento de la población en el país, el patriarca maronita, el cardenal Bechara Rai, reclamó este domingo la dimisión del gobierno y la celebración de elecciones legislativas anticipadas.
La explosión del puerto el martes ha causado al menos 158 muertos y más de 6.000 heridos, de los que 120 están en estado crítico, según el ministerio de Salud, y 21 personas desaparecidas.
"Después de la enorme catástrofe de Beirut, presento mi dimisión del gobierno", declaró la ministra en una breve alocución televisada. "Pido disculpas a los libaneses, no hemos sabido responder a sus expectativas", agregó,
En los últimos días, varios diputados han dimitido.
El sábado, miles de manifestantes enfurecidos contra la clase dirigente a la que acusan de corrupción, incompetencia y negligencia después de la explosión, ocuparon brevemente ministerios y marcharon por el centro de Beirut para pedir venganza.
Para tratar de apaciguar los ánimos de la calle, el primer ministro denostado Hasan Diab anunció el sábado que iba a proponer la celebración de elecciones anticipadas y dijo estar dispuesto a permanecer en el poder "durante dos meses", el tiempo para que las fuerzas políticas lleguen a un acuerdo.