Dilma Rousseff es la más impopular entre los presidentes de Brasil elegidos por voto popular desde el fin de la dictadura militar en 1985, luego que su gobierno registró un rechazo de 71% en un sondeo de la encuestadora Datafolha difundido el jueves.
El nivel de rechazo subió seis puntos desde junio, mientras que el apoyo cayó de 10% a 8%. La evaluación del actual gobierno es peor al 9% de apoyo y 68% de rechazo cosechado por el expresidente Fernando Collor de Mello en 1992, cuando renunció poco antes de que el Congreso votara su destitución, según señala la agencia AFP.
"Dilma, de esta forma, pasa a ser la presidente con la peor tasa de popularidad entre todos los electos directamente desde la redemocratización", destacó el sitio web del diario Folha de Sao Paulo, que pertenece al mismo grupo de Datafolha. Esa encuestadora comenzó a hacer sondeos a nivel nacional durante el gobierno de Collor (1990-92), el primer mandatario electo por voto popular.
Su antecesor, José Sarney, asumió el poder en 1985 como vicepresidente de Tancredo Neves, quien falleció antes de tomar el poder y quien había sido elegido por el Congreso de forma indirecta después de 21 años de dictadura militar (1964-85).
Rousseff asumió la presidencia de Brasil por segunda vez en enero de este año en un escenario lleno de dificultades: baja popularidad, economía estancada y alza de la inflación; un Congreso más rebelde y los coletazos de un escándalo de corrupción en la gigante estatal Petrobras que ha alcanzado a altas figuras del oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), entre otros políticos y empresarios. Una nueva manifestación para pedir su salida fue convocada para el 16 de agosto.
En la encuesta de Datafolha, un 66% se mostró a favor (28% en contra) de que el Congreso abra un juicio de destitución contra la mandataria, aunque 53% cree que no será apartada del cargo (38% piensa que sí).
Según el sondeo, los niveles de aprobación y rechazo al gobierno no tienen grandes diferencias entre grupos de distinta renta o escolaridad, lo que demuestra que también en las clases más bajas -bastiones electorales del oficialista Partido de los Trabajadores- ha crecido el malestar con el gobierno.
La encuesta de Datafolha fue realizada el martes y miércoles entre 3.358 personas en 201 municipios de todo el país. El margen de error es de dos puntos.