por Alina DIESTE
AFP
Colombia, que intenta salvar un acuerdo con las FARC para terminar medio siglo de conflicto, apuesta a la "paz completa" con el lanzamiento de diálogos con el ELN, la otra guerrilla, cuyo comienzo sigue incierto ante el ultimátum del gobierno para la liberación de secuestrados.
La instalación de conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), prevista el jueves en Quito a las 17H00 (22H00 GMT), sigue en duda por el compromiso hace dos semanas de la guerrilla de comenzar la entrega de rehenes "con dos casos antes del 27 de octubre", que hasta ahora no se ha cumplido.
Esa fue la condición del presidente Juan Manuel Santos para avanzar a la fase pública de las pláticas, anunciadas en marzo tras más de dos años de acercamientos secretos, igual requisito impuesto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para comenzar los diálogos en Cuba en 2012.
El gobierno espera que sea liberado el excongresista del oficialista Partido de la U Odín Sánchez, en poder de los rebeldes desde abril, para acudir al acto.
"Tenemos la razonable confianza porque es el ánimo y la buena fe que anima al gobierno para iniciar estos diálogos", dijo este miércoles el jefe negociador nombrado por Santos, Juan Camilo Restrepo, al programa La Noche del canal internacional NTN24 y RCN Televisión.
En caso de que no ocurra, el proceso "no se puede inaugurar porque la condición del gobierno ha sido muy clara y no vemos por qué no se pueda cumplir oportunamente", agregó Restrepo, quien sostuvo que "todavía hay un tiempo, de horas".
Un vocero de la Iglesia católica cercano a las conversaciones afirmó el martes que el operativo estaba "en camino". "Ojalá le hayan puesto el afán de entregarlo antes del 27", declaró el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve.
Pero este miércoles, "ante los crecientes rumores en torno a la posible liberación" de Sánchez, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), usual facilitador de entregas de rehenes y traslado de guerrilleros en Colombia, aclaró que "por el momento" el organismo humanitario "no ha activado ningún operativo con este fin".
En su cuenta en Twitter, el ELN se limitó a desearle "buen viaje a las lideresas y lideres populares que llegan mañana a Quito". También anunció su delegación de paz, encabezada por el comandante Pablo Beltrán, nombre de guerra de Israel Ramírez.
Se desconoce el número exacto de cautivos del ELN, alzado en armas desde 1964 y con unos 1.500 combatientes estimados oficialmente. Además de Odín, fuentes eclesiásticas dijeron a la AFP que el médico Édgar Torres "seguro" está también en manos de esta guerrilla en el selvático departamento del Chocó (noroeste).
Restrepo dijo también que en caso de que se libere a Sánchez, "simultáneamente" el gobierno otorgaría la condición de agentes o gestores de paz a dos militantes del ELN presos.
"Redondear" la reconciliación
Santos, flamante premio Nobel de la Paz, se apresta a negociar con el ELN mientras busca salvar el proceso con las FARC tras el sorpresivo revés electoral del 2 de octubre, cuando un histórico acuerdo sellado con esa guerrilla marxista fue rechazado en un plebiscito.
"Ante las adversidades", la paz "que hemos anhelado tanto (...) saldrá fortalecida", dijo el mandatario sobre la renegociación con las FARC, que desde el fin de semana intenta incluir los reclamos de la oposición. "Y ahora con el ELN será completa", agregó.
Con el ELN, con amplio apoyo social y urbano, pero sin alcance nacional, las negociaciones serán en Ecuador, Venezuela, Chile, Brasil y Cuba, garantes de los diálogos junto con Noruega.
Tras la instalación en la Capilla del Hombre en Quito, la primera ronda, de 45 días, comenzará el 3 de noviembre en Cashapamba, una antigua hacienda convertida en club social a unos 25 km al este de la capital ecuatoriana.
"Sin condiciones"
"Aunque dialogar con el ELN es un imperativo de paz, sus líderes parecen empeñados en imponer una negociación sin condiciones, cuando las FARC accedieron a cumplir protocolos y reglas específicas para iniciar las conversaciones", señaló a AFP Camilo Echandía, investigador del conflicto armado.
Además, los analistas coinciden en que la complejidad del proceso con el ELN se debe a la participación de la sociedad civil que pide la guerrilla, y puede empantanar la discusión de la agenda de seis puntos acordada.
"Es necesario encontrar un mecanismo para involucrar a la sociedad civil sin que ello retrase las negociaciones", apuntó Frédéric Massé, otro experto en grupos armados de la Universidad Externado de Colombia.
Este quinto intento de hacer la paz con el ELN desde los años 1980, puede ser un "balón de oxígeno" para el nuevo pacto con las FARC.
"Da un nuevo impulso hacia la construcción de una paz más amplia", opinó en una columna Tica Font, directora del Instituto Catalán Internacional por la Paz.
Colombia llora más de 260.000 muertos en medio siglo de violencia fratricida, que ha involucrado a guerrillas, paramilitares y agentes de la fuerza pública.