La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, informó que dos chilenos fueron detenidos en el marco de los disturbios ocurridos en las afueras del Congreso de ese país en Buenos Aires.

Los incidentes se dieron en el marco de la discusión de la llamada "Ley Ómnibus", iniciativa del Gobierno de Javier Milei y uno de los tres paquetes de reforma que presentó el mandatario y que ha generado controversia en la oposición por la magnitud de cambios que plantean.

Según indicó la ministra Bullrich, entre los chilenos detenidos uno de ellos participó en las protestas en el marco del estallido social de Chile en 2019. En total, la policía argentina detuvo a 18 personas.

 

"Casualmente dos chilenos, uno conocido por participar de la destrucción total del país hermano en 2019. ¿Ahora, aquí, haciéndose el fotógrafo mientras incendiaba todo?", sostuvo.

"Vamos a ir a fondo en la causa, investigar a cada uno de los involucrados y pedir la expulsión de los dos chilenos partícipes de este desastre", agregó.

"Ley Ómnibus" aprobada en primera instancia 

En el cierre de la tercera jornada de sesiones, la Cámara Baja aprobó la Ley Ómnibus por 144 a 109, con los 38 votos de la minoría oficialista de ultraderecha y el apoyo de fuerzas aliadas y opositoras de centroderecha, con las que negoció hasta reducir el proyecto original a la mitad.

"El espíritu es acompañar al gobierno y al presidente para que tenga los instrumentos", dijo Miguel Pichetto, líder de un grupo parlamentario mixto clave para conseguir la aprobación, al salir del recinto.

La votación es un logro político para el presidente, aunque el proyecto aún debe ser debatido "artículo por artículo", puede sufrir cambios y luego pasará al Senado, donde la minoría oficialista espera reeditar alianzas.

La mega ley incluye la concesión de superpoderes o facultades delegadas a Milei para que gobierne por decreto, disponga la venta de empresas públicas, contraiga deuda externa sin aval parlamentario, desregule toda la actividad económica y recorte significativamente la financiación pública de la cultura y la ciencia, entre otras reformas de su ideario autodefinido como "anarcocapitalista".

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