El fundador de una escuela para niñas en Afganistán fue arrestado en Kabul, informó el martes la ONU, que pidió a las autoridades talibanas explicar las razones de la detención.
"Matiullah Wesa, jefe de Pen Path y defensor de la educación para niñas, fue arrestado el lunes", publicó en Twitter la misión de la ONU en Afganistán.
La misión pidió a las autoridades "aclarar dónde se encuentra, los motivos de su detención y brindarle acceso a representación legal y contacto con su familia".
El gobierno talibán excluyó el año pasado a las niñas de la educación secundaria, lo que convirtió a Afganistán en el único país del mundo que prohíbe la educación de las mujeres más allá de la primaria.
Un hermano de Wesa confirmó la detención y precisó que ocurrió el lunes a la noche cuando salía de una mezquita.
"Matiullah había concluido sus oraciones y salía de la mezquita cuando lo detuvieron unos hombres en dos vehículos", relató Samiullah Wesa a AFP.
"Cuando Matiullah les pidió ver sus documentos de identidad, lo golpearon y llevaron por la fuerza", agregó.
Samiullah y otro de sus hermanos también fueron detenidos el martes, anunció un cuarto hermano, Attaullah Wesa, en un video publicado en Twitter.
Fueron "capturados, esposados y se los llevaron", dijo Attaullah Wesa, agregando que las autoridades también lo buscaban a él.
Buscar apoyo
Matiullah Wesa, de 30 años, es el fundador y presidente de la organización Pen Path. Según Samiullah, fue detenido por su trabajo en el sector de la educación. "Nunca trabajó con nadie más, ni siquiera con el gobierno anterior", insistió.
Esta organización, que hace campañas por las escuelas y reparte libros en áreas rurales, se ha dedicado a comunicar la importancia de la educación para niñas entre los líderes de las aldeas.
Desde la prohibición educativa para niñas, Wesa ha seguido visitando zonas remotas para generar apoyo entre los pobladores.
"Estamos contando horas, minutos y segundos por la apertura de las escuelas para niñas. El daño que el cierre de escuelas causa es irreversible e innegable", tuiteó la semana pasada Wesa al comenzar el año escolar en Afganistán.
"Tuvimos encuentros con los vecinos y seguiremos nuestra protesta si las escuelas continúan cerradas", agregó.
Los talibanes impusieron una severa interpretación del islam desde su regreso al poder en agosto de 2021, tras el retiro de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN, que apoyaron a los gobiernos previos.
Los líderes talibanes, quienes también impiden a las mujeres asistir a la universidad, han dicho que reabrirán las escuelas para niñas cuando se cumplan ciertas condiciones.
Dicen no tener fondos ni tiempo para adaptar los programas escolares acorde con los principios islámicos.
Los talibanes hicieron promesas similares durante su primer gobierno, de 1996 a 2001, pero las escuelas para niñas nunca reabrieron en esos años.
Se cree que la orden contra la educación de niñas provino del líder supremo de Afganistán, Hibatullah Akhundzada, y sus allegados ultraconservadores, quienes son escépticos de la educación moderna, en especial para mujeres.
Además de generar indignación internacional, el cierre provocó críticas dentro del movimiento, con algunos altos cargos del gobierno de Kabul y otros funcionarios opuestos a la decisión.
En Afganistán, un país profundamente conservador y patriarcal, las actitudes hacia la educación femenina han variado lentamente en áreas rurales, donde reconocen sus ventajas.