Los dos principales funcionarios del Servicio Meteorológico Nacional de Hungría fueron despedidos el lunes después de que un pronóstico de lluvia impreciso provocara el aplazamiento de un espectáculo de fuegos artificiales en la fiesta nacional más importante del país.
Los despidos del jefe y subjefe del Servicio Meteorológico Nacional provocaron acusaciones de interferencia política por parte del gobierno nacionalista de Hungría.
El espectáculo anual de fuegos artificiales del Día de San Esteban a lo largo del río Danubio en Budapest -anunciado como el espectáculo más grande de Europa- fue cancelado el sábado por la tarde debido a que los pronósticos advertían sobre posibles fenómenos de clima extremo alrededor de la hora de inicio del festival.
Las tormentas no llegaron
Por la noche, ninguna tormenta había caído sobre en la capital, pero el espectáculo, que normalmente atrae a más de un millón de espectadores, ya había sido reprogramado para la próxima semana debido a los supuestos problemas de seguridad.
La cesada jefa del servicio meteorológico, Kornelia Radics, ocupaba su puesto desde 2013 y su adjunto, Gyula Horvath, desde 2016.Si bien el ministro no proporcionó una razón para los despidos, el servicio meteorológico recibió duras críticas en los medios alineados con el gobierno húngaro, que acusaron que el pronóstico "gravemente erróneo" del servicio había causado un aplazamiento innecesario de la exhibición de fuegos artificiales.
Críticos responden
Opositores al gobierno de Orban, que ha sido acusado de corrupción, nepotismo y tendencias antidemocráticas, afirmaron que los despidos tenían motivaciones políticas y recordaban el pasado comunista de Hungría.
En un comunicado del martes, el servicio meteorológico exigió la reincorporación de sus dirigentes despedidos. La agencia describió haber estado bajo "presión política" con respecto a sus evaluaciones de los modelos meteorológicos en el feriado y que quienes aplicaron la presión "ignoraron la incertidumbre científicamente aceptada inherente a los pronósticos meteorológicos".
"Nuestra firme opinión es que, a pesar de la considerable presión de los que toman las decisiones, nuestros colegas (...) brindaron lo mejor de su conocimiento y no son responsables de ningún daño supuesto o real", escribió el servicio.