"Chelus orinocensis", ese es el nombre con el que se bautizó a la nueva especie de tortuga descubierta por científicos alemanes del Museo de Historia Natural Senckenberg, los cuales se instalaron en la cuenca del río Negro y Orinoco. Una variación genética de la tortuga matamata.
En una ardua investigación, los encargados del trabajo científico utilizaron 75 muestras de ADN para demostrar que el ejemplar es totalmente diferente en su genética de la Chelus fimbriata, tortuga que habita únicamente en el Amazonas.
Así es como los estudios señalan que las dos especies se separaron hace 12 millones de años, durante el Mioceno tardío.
Esta nueva tortuga tiene una apariencia como si fuera de piedra por su color y forma, lo que le permite pasar inadvertida en sus jornadas de caza, a lo que se suman sus 53 centímetros de largo.
"Aunque estas tortugas son reconocidas ampliamente por su extraña apariencia y sus inusuales hábitos alimenticios, sorprendentemente se sabe muy poco sobre su variedad y genética", relató Uwe Fritz, profesor de las Colecciones de Historia Natural Senckenberg.
Además el investigador agregó que "hasta ahora se suponía que solo había una especie de esta tortuga acorazada extendida en Sudamérica".