El pasado viernes el Departamento de Trata de Personas de la policía de Argentina logró desarticular una secta dedicada a la trata de personas, lavado de activos, explotación sexual y otros delitos.
Se trata de la “Escuela de yoga de Buenos Aires” (EYBA), ubicada en el barrio de Villa Crespo, la que operó por al menos tres décadas y tendría al menos 300 víctimas. La agrupación captaba personas bajo la filosofía de “terminar con los males del SIDA y las drogas” y buscar “el desarrollo de la felicidad”.
En entrevista con TN, Pablo Salum, una de las víctimas y primeros denunciantes, comentó que “empezó siendo una escuela de yoga y de filosofía, pero creció rápidamente y la captación y el sometimiento fue empeorando”.
De acuerdo con información entregada por Aníbal Fernández, Ministro de Seguridad de Argentina, “la organización se mostraba como una secta que prometía 'mejoras espirituales' para captar víctimas, para reducirlas a la servidumbre o, en algunos casos, ofrecer servicios sexuales a 'personas de poder'”.
Según Salum, “a los niños de mi edad los obligaban a tener relaciones sexuales con adultos y en muchos casos con sus propios padres. Yo fui el primer niño en entrar, en escaparse y en denunciar a la organización. Por eso fui secuestrado y me llevaron a ese mismo edificio” (sede de Villa Crespo).
Para desbaratar la secta se realizaron alrededor de 50 allanamientos simultáneos en donde se logró la detención de 24 personas, incluyendo su líder, Juan Percowics. Además, se solicitó pedido de captura internacional para otros miembros que operaban desde su rama en Estados Unidos.
En la instancia se incautó además más de un millón de dólares (más de 875 millones de pesos de chilenos), además de dinero en diferentes monedas, autos de lujo, videos pornográficos, objetos de valor y computadoras.
Además, la investigación, determinó además los delitos de hurto agravado, trata de personas, lavado de activos, asociación ilícita, ejercicio legal de la medicina, expendio irregular de medicamentos y tráfico de influencias.
