Más de 200.000 personas permanecen sin agua potable en la ciudad mexicana de Villahermosa (Tabasco), días después de que unos ladrones perforaran un oleoducto que provocó un derrame y contaminó los ríos de la zona.
El incidente obligó a las autoridades de este estado del sureste de México a implementar un plan de emergencia para suministrar agua potable a la capital y las ciudades aledañas mediante camiones cisterna.
El derrame ocurrido la semana pasada provocó el cierre preventivo de cuatro plantas de tratamiento de agua de la región.
Además, trabajadores de la petrolera Pemex fueron enviados a la zona para tratar de limpiar el derrame y construyeron barreras de contención para evitar que el petróleo se esparza.
En tanto, representantes de gobierno cifran las víctimas en unas 500 mil personas. "Estamos hablando de más de medio millón" dijo a la prensa Humberto de los Santos Bertruy, alcalde de Centro, el municipio al que pertenece Villa Hermosa.