Nadie cedió el miércoles en la reunión del presidente Donald Trump con los líderes del Congreso en la Casa Blanca, por lo que el cierre parcial del gobierno continúa, tras doce días, por la demanda presidencial de fondos para la construcción del muro fronterizo con México. Lo intentarán de nuevo el viernes. Trump dijo ya antes de la reunión que el cierre de gobierno duraría "todo lo que sea necesario" para obtener los fondos que desea. Los demócratas, sin embargo, se mostraron optimistas respecto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo tratando ese tema por separado.
La previsiblemente próxima presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, aseguró a la salida de la reunión que la intención de sus colegas y ella es "acabar con el cierre parcial administrativo mañana". "Mañana vamos a votar un paquete legislativo para reabrir la Administración basado en leyes que han sido antes aprobadas por el Senado republicano, y otra legislación separada para aprobar fondos para Seguridad Nacional hasta el 8 de febrero", indicó Pelosi a los periodistas.
Los demócratas explicaron que le preguntaron a Trump directamente durante la reunión en la Sala de Situación por qué no consideraría esta oferta: una medida abriría la mayoría de los departamentos gubernamentales cerrados y la otra proporcionaría fondos temporales para Seguridad Nacional, hasta el 8 de febrero, permitiendo que las conversaciones continúen sobre la seguridad fronteriza. "Le dije, señor presidente, deme una buena razón por la que debería continuar el cierre", dijo después el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer. "No pudo dar una buena respuesta". Y añadió: "Esperamos que lo reconsideren".
El líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo también que no hay necesidad de prolongar el cierre y se sintió decepcionado por la reunión. Se quejó de que los demócratas interrumpieron a los funcionarios de Seguridad Nacional cuando intentaban describir la grave situación en la frontera. "Teníamos la esperanza de poder obtener más de esta negociación", dijo McCarthy. Y explicó que los líderes demócratas volverán el viernes a la Casa Blanca para continuar las negociaciones.
"Si tuvieran claro que no iban a poder pasar, ni siquiera lo intentarían", dijo Trump en la reunión sobre los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera, a la que se asistieron los secretarios del gabinete y los principales asesores, incluidos Jared Kushner e Ivanka Trump. El presidente se quejó de haber tenido que quedarse solo en la Casa Blanca con la única compañía de los servicios de seguridad (que "ni saludan ni sonríen", dijo), mientras, por ejemplo, Pelosi viajaba a Hawái.
En concreto, la parálisis gubernamental afecta a agencias de diez departamentos del Ejecutivo, incluyendo Transporte y Justicia; así como a decenas de parques nacionales, que suelen ser una gran atracción turística. El cierre también perjudica a 800.000 de los 2,1 millones de trabajadores federales, que no cobrarán mientras permanezca cerrado el Gobierno y están a expensas de la aprobación de un nuevo presupuesto.