La deforestación en la Amazonía brasileña aumentó un 85,3% en 2019 en relación al año anterior, según datos oficiales preliminares del primer año del gobierno de Jair Bolsonaro.
Según las observaciones por satélite del Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE), un organismo público de referencia para medir la deforestación, entre enero y diciembre de 2019 el área con alertas de deforestación fue de 9.166 km2.
Esta cifra es la mayor desde 2015 y casi dobla a la registrada en 2018 (4.946 km2).
Los datos fueron recolectados con ayuda del sistema DETER, basado en alertas de deforestación identificadas por satélite.
Otro sistema utilizado por el INPE, el PRODES, considerado más confiable, pero cuyos datos tardan más en compilarse, mostró a fines de noviembre que la deforestación en la Amazonía brasileña excedió el umbral de 10.000 km2 por primera vez desde 2008, entre agosto de 2018 y julio de 2019, un 43% más en comparación con los 12 meses anteriores.
El año 2019 es el primero en el poder de Jair Bolsonaro, un escéptico del cambio climático, partidario de abrir las áreas protegidas de la rica Amazonía brasileña las actividades extractivistas.
A mediados del año pasado, el mandatario ulraderechista fue blanco de las críticas de parte de la comunidad internacional por el alarmante aumento de los incendios en la Amazonía, atribuidos por los expertos al avance de la deforestación.
El gobierno prepara el envío al Congreso de un proyecto de legalización de la explotación petrolera y gasífera y de construcción de presas hidroeléctricas en tierras indígenas.