Una gigantesca estampida producida durante una peregrinación judía que reunió a miles de personas en el norte de Israel provocó "decenas de muertos" el viernes, anunciaron los socorristas.
La Magen David Adom -equivalente israelí de la Cruz Roja- había anunciado con anterioridad al menos 20 heridos en estado crítico, antes de revisar al alza el balance a "decenas de muertos" y decenas de heridos graves.
En plena noche, las sirenas de las ambulancias ululaban cerca del monte Merón, teatro de la tragedia.
Los socorristas anunciaron inicialmente que se había producido un hundimiento de un graderío para explicar los heridos, antes de hablar de una "estampida" gigantesca.
Decenas de miles de personas participaban en la noche del jueves al viernes en la peregrinación anual en el norte de Israel, en el mayor evento público en el país desde el inicio de la pandemia del coronavirus.
La peregrinación, que celebra la festividad judía de Lag Baomer, se realiza en Meron, en torno a la tumba de Rabí Shimon Bar Yojai, un talmudista del siglo II al que se atribuye la redacción del Zohar, una obra central de la mística judía.
Lag Baomer es una festividad alegre que conmemora el final de una epidemia devastadora entre los alumnos de una escuela talmúdica en esa época.
Las autoridades habían permitido la presencia de 10.000 personas en el recinto de la tumba, pero, según los organizadores, en todo el país se fletaron más de 650 autobuses, lo que supone al menos 30.000 personas. La prensa local estimó la afluencia en 100.000 personas.
Despliegue de helicópteros
Después de medianoche, las llamadas a los socorristas se multiplicaron y seis helicópteros trabajaban en la evacuación de los heridos a los hospitales de Safed y Nahariya, dos ciudades del norte del país.
Contactado por la AFP, el ejército israelí confirmó que había enviado helicópteros para socorrer a las víctimas.
La prensa israelí mostró la imagen impactante de una decena de cuerpos inertes alineados en bolsas de plástico rodeados de socorristas sobre una pista de asfalto.
Según la policía, que destacó a 5.000 agentes para garantizar la seguridad del evento, se produjeron atascos gigantescos en las carreteras que conducen al norte del país.
La Magen David Adom había informado con anterioridad de que numerosas personas habían sufrido desmayos debido al calor y otras, quemaduras por las fogatas que se encienden ritualmente.
En 2019, un año antes de la pandemia que llevó a la cancelación de la peregrinación en 2020, los organizadores estimaron en 250.000 las personas que acudieron al lugar.
Desde diciembre, más de cinco millones de israelíes (53% de la población) han sido vacunados con las dos dosis reglamentarias de la vacuna, en torno al 80% de la población de más de 20 años, según datos oficiales del país, que registró 838.000 personas contagiadas por el coronavirus y 6.300 fallecidos de covid-19.