Este lunes se ordenó que cerca de un millón de personas fueran evacuadas en Carolina del Sur, Estados Unidos por la amenaza del huracán Florence.

La tormenta, que ya alcanzó vientos de 209 kilómetros por hora, tomará más fuerza una vez que toque tierra, situación que se cree ocurrirá el próximo jueves. Además, los vientos vendrían acompañados de lluvias que podrían generar inundaciones en ciudades del estado.

Y en medio de la emergencia, en redes sociales comenzó a circular la duda: ¿cómo y quién elige los nombres de los huracanes? A continuación, revisa la explicación de BBC Mundo sobre el tema: 

Usar nombres propios en lugar de números o términos técnicos tiene el objetivo de evitar confusión y facilitar la divulgación de alertas.

El listado de nombres para los ciclones tropicales del Atlántico fue creado en 1953 por el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés) y se ha utilizado como estándar para las listas de otras regiones del mundo.

Dichas listas son mantenidas y actualizadas por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia de Naciones Unidas con sede en Ginebra, Suiza.

Por orden alfabético 

De este modo, los huracanes se organizan cada año en orden alfabético -a excepción de las letras Q, U, X Y y Z-, alternando nombres masculinos y femeninos.

Y los nombres de estos son diferentes para cada región.

Las listas -elaboradas con nombres en inglés, español y francés- se reciclan cada seis años. Así, por ejemplo, la lista que se utilizó en 2010 sirvió también para 2017.

Los comités regionales de la OMM se reúnen anualmente para decidir cuáles nombres de tormentas del año anterior deben ser "congelados" por haber causado un impacto particularmente devastador.

Un ejemplo es Katrina, el huracán que dejó más de 2.000 muertos en Nueva Orleans (EE.UU.) en 2005, cuyo nombre no se ha reutilizado.

En 2011 apareció Katia en sustitución.

Mujeres y hombres

Koji Kuroiwa, jefe del programa de ciclones tropicales de la OMM, le explicó a la BBC que la práctica de ponerle nombre femenino a los huracanes se extendió entre los meteorólogos del ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.

"Preferían escoger nombres de sus amantes, esposas o madres. En aquella época, la mayoría recibía nombre de mujer".

El hábito se convirtió en norma en 1953, pero se añadieron también nombres masculinos durante la década de 1970, para evitar el desequilibrio de género.

En 2014, un estudio de la Universidad de Illinois (EE.UU.) afirmó que los huracanes con nombres de mujer mataban a más personas que aquellos con nombre masculino.

¿La razón? Que los llamados como mujeres se toman menos "en serio" y por ello hay menos preparación para enfrentarlos, según la investigación.

Los científicos analizaron las cifras de muertes causadas por huracanes en EE.UU. durante más de seis décadas, concluyendo que las tormentas con nombre de mujer mataron a casi el doble de personas.

Tras conocerse estas conclusiones, desde el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. subrayaron que las personas deberían poner el foco en la amenaza que supone cada tormenta, independientemente de si llama Sam o Samantha.

La lista de 2018 

Este año vamos en el huracán Florence, pero ya se saben los nombres de los siguientes: Gordon, Helene e Isaac. 

 

*Esta nota se publicó originalmente el 7 de octubre de 2016 con motivo del huracán Matthew.

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