Frente al mar Caribe y bajo el sol rabioso, un grupo de niños intenta aprender a mantenerse en pie sobre el filo de las cuchillas de sus patines de hielo.

Otros son más experimentados: van en maillot deportivo e intentan algún cruce de piernas o alguna pirueta sobre el filo de sus botas.

Todo esto ocurre en el Malecón de La Habana, esa explanada que recorre la costa frente al mar en la capital cubana: un escenario poco frecuente para ver una pista de patinaje en hielo en pleno funcionamiento.

Está abierta al público desde esta semana y es la instalación concebida por un artista para la 12ma. Bienal de Arte de la ciudad.

El estadounidense Duke Riley fue quien se inventó la propuesta.

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Y no sólo para que los locales pasen el rato –sobre patines algunos, los más observando desde las gradas–, sino también como un vehículo para su mensaje de contenido político.

"El hecho de que es absurdo que se patine sobre hielo en el Caribe, que no tiene sentido, es una de las razones por las que quise hacerlo", apunta el artista en diálogo con Will Grant, corresponsal de BBC Mundo en Cuba, mientras se seca el sudor de la frente, cubierta la cabeza con un gorro de fieltro marrón con pluma.

La pista está hecha de una sustancia sustituta del hielo y está cubierta por un aislante especial para altas temperaturas.

Aunque no sólo se trata de sorprender a los cubanos, poco habituados a deportes asociados al invierno y al frío.

La pista y el "deshielo"

Según Riley, los movimientos sobre las cuchillas de cromo son una metáfora sobre "el deshielo" en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que transitan una etapa de diálogo después de 50 años de distanciamiento.

"Creo que los dos países, y sus relaciones, tendrán mucho más intercambios culturales. Aunque eso puede ser negativo o positivo según el caso, sin duda habrá cosas que tendrán mucho impacto (en esta nueva etapa)", apunta el creador.

Los patines llegaron desde Queens, Nueva York. Los "estantes" son cajas de frutas recogidas por el artista en La Habana.

La pista sólo durará lo que la bienal de arte: los intentos de crear un equipo de hockey sobre hielo en la isla fracasaron en el pasado.

Titulada "La esquina fría", la pista se inauguró en el marco de la bienal de arte que tiene lugar cada dos en La Habana y que, en esta edición, congrega a 200 artistas de 40 países.

Se armó en unos días, con la ayuda de una brigada cubana, usando un sustituto del hielo cubierto por un lubricante especial.

Y Riley se trajo consigo unos 200 pares de patines viejos de una antigua pista de Queens, Nueva York.

Y aunque no muchos lo recuerdan, no es la primera vez que el Malecón se "cubre" de hielo: a pocos metros de donde está esta instalación, funcionó una pista cuando, en los años 30 del siglo pasado, los estadounidenses en la isla soñaron con formar un equipo de hockey sobre hielo llamado El Tropical, que duró apenas una temporada.

 

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