El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que apelará a un decreto de "emergencia nacional" para construir el muro en la frontera con México, un procedimiento excepcional a través del cual se saltearía al Congreso para desbloquear fondos.
En una rueda de prensa desde los jardines de la Casa Blanca, Trump evocó como justificación para su muro una "invasión" de inmigrantes centroamericanos en situación ilegal, así como el ingreso constante drogas y delincuentes por la frontera entre Estados Unidos y México.
Con la "emergencia nacional" podría liberar fondos del Departamento de Defensa para la nueva barrera, una de sus principales promesas de campaña y asunto que generó una puja en el Congreso con los demócratas. La disputa derivó en el "shutdown" o cierre parcial del gobierno federal.
Aquí un vistazo a cómo el ejército de Estados Unidos podría ayudar a construir el muro de Trump.
¿Cuánto cuesta?
Con la declaración de "emergencia nacional", Trump podría utilizar los fondos de construcción del Pentágono que ya han sido aprobados por el Congreso para 2019.
Pero la mayor parte de ese dinero ya está destinado a viviendas militares, mejoras de bases y otros proyectos.
Trump había pedido 5.700 millones de dólares para el muro, pero los legisladores le aprobaron solo unos 1.400 millones de dólares para barreras puntuales.
La Casa Blanca dijo que Trump accedería a unos 6.100 millones de dólares de dos partidas del Pentágono: 3.600 millones del fondo de construcción y 2.500 millones de fondos para actividades antidrogas.
El Pentágono, sin embargo, no pudo dar detalles inmediatamente después del anuncio.
El Departamento de Defensa también podría desechar o postergar proyectos planificados, aunque tal movimiento provocaría la ira de los legisladores estadounidenses que presionaron para diversas de esas iniciativas y cuyos distritos se verían afectados.
Como candidato, Trump insistió en que México pagaría por el muro.
¿Quién lo construiría?
El Pentágono ya tiene alrededor de 4.000 soldados en servicio activo a lo largo de la frontera, desplegados bajo una orden controvertida que Trump dio el año pasado antes de las elecciones de medio término.
Además, unos 2.100 miembros de la Guardia Nacional apoyan las operaciones fronterizas.
El papel de las tropas ha sido principalmente colocar kilómetros de cercas de alambre de púas a lo largo de los puntos de cruce más populares, aunque los soldados no son necesariamente expertos en la construcción de muros más permanentes.
Tal tarea podría caer en manos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que tiene décadas de experiencia trabajando en proyectos a gran escala.
El Pentágono podría incluso enviar tropas adicionales a la frontera para ayudar o las tareas también podrían ser traspasadas a contratistas privados.
¿Bajo qué autoridad?
La Ley de Emergencias Nacionales le permite al presidente declarar una emergencia nacional, proporcionando una razón específica para ello.
Eso permite la movilización de cientos de poderes de emergencia latentes bajo otras leyes y da acceso a los fondos de construcción del Pentágono.
Los poderes nacionales de emergencia pueden permitir a la Casa Blanca que declare la ley marcial, suspenda las libertades civiles, amplíe las fuerzas armadas, confisque bienes y restrinja el comercio, las comunicaciones y las transacciones financieras, aunque Trump no sugirió que tenga intención de hacer nada de esto.
Desafíos legales
La declaración de emergencia nacional ya despertó cuestionamientos desde filas demócratas y grupos de derechos humanos, entre otros.
"La declaración ilegal del presidente sobre una crisis que no existe violenta gravemente nuestra Constitución y hace a Estados Unidos un país menos seguro, al robar fondos urgentemente necesarios de Defensa destinados a la seguridad de nuestros militares y nuestra nación", dijeron la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
Sin embargo, la lucha no sólo tendrá protagonistas políticos, sino que seguramente se extenderá a los tribunales también por parte de particulares.
Pueden esperarse demandas de propietarios de tierras en la frontera que corren el riesgo de que su propiedad sea incautada por el gobierno, y de las organizaciones medioambientales furiosas de que Trump quiera construir un muro en áreas ambientalmente sensibles.