En base a un estudio realizado sobre los modelos de automóvil más vendidos del año pasado en Alemania y los datos que manejan los fabricantes, la Asociación de Ayuda al Medioambiente Alemana (DUH) acusó a la industria de maquillar las informaciones de consumo y emisiones de CO2. Una conclusión a la que la organización llegó tras analizar 182 vehículos y descubrir que los valores reales eran un 42% superiores a los declarados en los prospectos. En los 10 modelos analizados por la DUH, los datos de consumo diferían entre el 25 y 52%, diferencia también aplicable a las emisiones de CO2.
Denuncias y correcciones en EE.UU.
Desde el Consejo Internacional del Transporte Limpio (ICCT), responsable de destapar el caso de la manipulación de datos de las emisiones de vehículos diesel, se criticó el hecho de que se publiquen cifras tan alejadas de la realidad. En un análisis de más de medio millón de datos de vehículos, se descubrió que el consumo y las emisiones de CO2 de modelos nuevos eran, en 2014, un 40% superiores a lo indicado. Sin embargo, lo más destacable para el consejo es el aumento de las diferencias en los últimos años ya que, en 2001, los vehículos nuevos solo consumían un 8% más de lo declarado.
Los datos del fabricante no tienen por qué diferir de la realidad. Según la DUH,en Estados Unidos los valores de consumo están solo un 3% por encima de las cifras oficiales de los fabricantes. En parte eso se debe a las leyes y los controles. Por ejemplo, la organización de consumidores Consumer Watchdog impulsó una demanda colectiva en 2012 contra Hyundai y Kia por indicar datos erróneos sobre consumo. Al final, llegaron a conseguir una indemnización de 100 millones de dólares para 900.000 propietarios, que se corrigiesen los valores de consumo y que las autoridades comprobasen los datos únicamente a través de pruebas independientes.
Además, el consorcio surcoreano tuvo que pagar una multa de 300 millones a las autoridades del medioambiente. “Los derechos de los consumidores estadounidenses y el éxito de su denuncia es el único camino para protegerse de los trucos de los fabricantes”, aclara Harvey Rosenfiel, de Consumer Watch. Según la DUH, también otras marcas como BMW, Ford y Daimler se vieron obligadas a corregir sus informaciones.
¿También en la Unión Europea?
Por el contrario, la Asociación de la Industria Automovilística Alemana (VDA) no ve motivo para obligar a publicar datos más reales. Y tampoco las autoridades de tráfico ven esa necesidad que, sin embargo, si es tema importante para el ministerio de Medio Ambiente. Hasta ahora los controles fueron demasiado “laxos” y los “fabricantes tendrán que ofrecer datos más reales. Lo dice la ley y tiene que respetarse”, afirman en el ministerio.
Según Jürgen Resch, director de la DUH, Alemania necesita un sistema mejor para denunciar los abusos ante los tribunales. Resch cree necesaria además la creación de un organismo independiente, como la EPA de Estados Unidos, que analice los datos de los fabricantes y publique sus conclusiones. En su opinión, la Oficina Alemana de Tráfico fracasó y no es la institución adecuada por sus estrechas relaciones con la industria: “Necesitamos un cuerpo que controle e imponga sanciones efectivas “, concluye Resch.