En las calles de Rostov del Don, en el sur de Rusia, se oyen las sirenas de las ambulancias y de los coches de policía, después de que el grupo paramilitar Wagner asegurase haber tomado varias instalaciones clave.
Esta ciudad portuaria situada a unos 100 kilómetros de la frontera ucraniana reviste una importancia estratégica porque, desde allí, el mando militar ruso del sur del país coordina las operaciones del ejército en el país vecino.
En un cruce del centro de Rostov, hay apostados un vehículo blindado equipado con una ametralladora y una docena de hombres de uniforme con brazaletes plateados, según varios periodistas.
En otros puntos de la localidad, como en las inmediaciones de una juguetería y de un circo, también hay estacionados vehículos blindados de transporte de tropas, explicaron las mismas fuentes.
Los peatones se paran ante el paso de los vehículos militares y de hombres armados con fusiles y con sus brazaletes plateados bien visibles.
El jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, afirmó que sus tropas tomaron el control del principal centro de mando militar ruso para las operaciones en Ucrania y de una base aérea de la ciudad, y prometió derrocar a los principales jefes militares.
Según él, 25.000 combatientes lo secundan.
A diferencia de lo que ocurre con otras grandes ciudades rusas, más alejadas del frente, este municipio, de cerca de un millón de habitantes, ha sufrido daños colaterales del conflicto en la vecina Ucrania.
Una persona murió en marzo en el incendio de un edificio del FSB --los servicios de inteligencia rusos, encargados de la seguridad interior-- en Rostov. La región también ha sido atacada por drones en los últimos meses.
El gobernador regional, Vasily Golubev, instó a los habitantes a permanecer en sus casas salvo en caso de "absoluta necesidad", y subrayó que todas las concentraciones de personas en la vía pública fueron canceladas.
Asimismo, pidió a la población que se abstenga de utilizar la autovía M4 (principal carretera que conecta Moscú con el sur del país), pues varios tramos fueron cerrados, lo que provocó atascos.
El transporte público municipal sigue funcionando pero se modificaron algunos itinerarios para evitar el paso de vehículos por el centro de la ciudad, explicó Golubev.
"La situación que se ha creado requiere máxima concentración de esfuerzos para mantener el orden", declaró en redes sociales. "Las fuerzas de seguridad hacen todo lo necesario para garantizar la seguridad de los habitantes de nuestra región".