"Todo está bajo control", dijo una portavoz de la Comisión Europea el viernes pasado de cara a los millones de huevos que fueron retirados preventivamente de los supermercados alemanes porque se temía que podían estar contaminados con el insecticida Fipronil. Este lunes la Unión Europea se expresó más cautelosamente: "Desde luego solo podemos emitir una advertencia cuando recibimos información de los países miembros".
El fin de semana, el departamento de control de alimentos de Bélgica admitió que ya a principios de junio sabía de la posible contaminación de huevos con Fipronil. Sin embargo, la alarma europea no se activó hasta el 20 de julio. Las autoridades belgas justificaron el retraso argumentando que no querían obstaculizar las investigaciones de la Fiscalía en contra de las empresas involucradas.
Sistema de alarma europeo
La Unión Europea cuenta con un sistema de alarma para alimentos. En la central llamada RASFF, perteneciente a la Comisión Europea, los países del bloque comunitario deben reportar cuándo y dónde encontraron alimentos no aptos para el consumo humano. El sistema es actualizado varias veces al día y advierte, por ejemplo, de salmonelas en Francia, de pescado podrido de España o, como en este caso, de huevos contaminados procedentes de los Países Bajos.
Una de las empresas agropecuarias afectadas habría informado al departamento de control de alimentos de Bélgica de problemas con el insecticida. Sin embargo, según el periódico belga De Standaard, en el país europeo no existen laboratorios para detectar Fipronil.
Las autoridades investigan a 57 establecimientos de producción de huevos en Bélgica, cuyos productos no habrían llegado a los supermercados. Hasta ahora, las advertencias se centran en los Países Bajos. Unos 180 productores de huevos neerlandeses habían contratado los servicios de una empresa de limpieza, que habría comprado en Bélgica un producto de limpieza con una dosis demasiado alta de Fipronil.
Un duro golpe para los productores de huevos
Según las autoridades holandesas, todos los huevos contaminados han sido retirados de los supermercados. Ahora los productores de huevos probablemente tendrán que sacrificar cientos de miles de gallinas contaminadas. Probablemente tardará semanas o meses hasta que la industria del huevo se recupere del golpe. El periódico neerlandés De Volkskrant informa que los productores holandeses contrataron a la empresa de limpieza belga hace un año.
También en algunos establecimientos alemanes se ha detectado Fipronil. Las autoridades germanas han asumido las investigaciones en contra de los productores de huevos afectados. Asimismo, el sistema de alarma europeo RASFF advierte que huevos contaminados con Fipronil probablemente hayan sido vendidos a Suecia, Suiza, Francia y Gran Bretaña.