Un caso de homicidio sin resolver de Estados Unidos dio un vuelco abrupto luego que un niño de 10 años confesara haber cometido el crimen cuando tenía solo 7: Le disparó con el arma de su abuelo.
Todo comenzó en 2022, en el condado de Gonzalez, Texas, cuando un hombre de 32 años, identificado como Brandon O’Quinn Rasberry, no se presentó a trabajar por dos días. El 18 de enero de ese año, cuando fueron a chequear al parque en que estacionaba su casa rodante, fue hallado muerto producto de un disparo en el cráneo, reportó el medio local KSAT.
El caso quedó en pausa hasta el pasado 12 de abril de 2024, cuando el director de la escuela “Nixon-Smiley Consolidated Independent School District” reportó que un estudiante de diez años amenazó con agredir y matar a otro en un bus.
¿Qué relación tiene esta situación con el crimen ocurrido en 2022? Pues el menor fue llevado hasta especialistas para que analizaran si es que representaba una amenaza para sus compañeros. Fue en esa instancia que reconoció que había asesinado a un hombre dos años atrás.
La verdad detrás del crimen
En 2022, cuando el niño -cuya identidad es protegida- tenía 7 años, se estaba quedando con su abuelo en el mismo estacionamiento de casas rodantes que O’Quinn Rasberry. Sacó una pistola de 9 mm desde la guantera de su abuelo e ingresó al vehículo del hombre de 35 años, quien estaba dormido, y le disparó en la cabeza. El pequeño homicida no conocía a su víctima ni estaba enojado con él.
Posteriormente, el menor hizo un segundo disparo en contra del sofá de la casa y devolvió el arma a la guantera, sin que su abuelo se percatara de nada. El pasado 12 de abril de 2024, la policía local logró hallar la pistola en una casa de empeños, comprobando que coincidía con el arma homicida.
El niño quedó detenido por 72 días, pero no podrá ser procesado por el crimen, ya que ocurrió cuando tenía una edad en que era inimputable. Según las leyes del Estado de Texas, un delito es imputable desde la edad de 10 años.
El padre de Brandon, Kenneth Rasberry, comentó a KSAT que quedó “muy conmocionado” tras enterarse de la identidad del homicida de su hija, agregando “este no es ni de lejos el sospechoso que pensábamos que era".
"Se trata de un niño pequeño, tengo motivos para creer que esos consejeros y administradores de casos y todo eso, van a destrozar el cerebro de ese pobre niño", añadió.
A pesar de quitarle la vida a su hijo, comentó que tiene compasión por el niño responsable, concluyendo con que “hay que rezar por él. Necesita que le consuelen... Está perdonado. Y todavía puede salvarse. Es muy joven. Definitivamente está atormentado por algo".