Sigmundur David Gunnlaugsson aparece citado junto a su esposa como titular de una sociedad en un paraíso fiscal, según los llamados Panama Papers. Miles de personas se congregaron este lunes (04.04.2016) frente al Parlamento de la capital de Islandia, Reikiavik, para exigir la dimisión del primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson, quien aparece mencionado junto con su esposa en la filtración de los llamados “Panama Papers” como titular de una sociedad en un paraíso fiscal. Según medios locales, durante la manifestación se lanzaron yogures y huevos contra la sede parlamentaria.
Algunas personas tocaban bombos y otras levantaban carteles condenando la supuesta corrupción y llamando mentiroso al primer ministro. Anteriormente, las cuatro fuerzas de la oposición -socialdemócratas, Piratas, Izquierda Verdes y Futuro Brillante- habían formalizado la solicitud de un voto de censura, en la que se pide que se retire la confianza al político, la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones.
Según las filtraciones reveladas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el político y la que después sería su esposa eran en 2007 partícipes de la empresa Wintrics Inc. en las Islas Vírgenes Británicas. Allí habrían ido a parar millones de dólares que la pareja del político heredó de su padre. Cuando en 2009 se convirtió en diputado, Gunnlaugsson no mencionó la empresa. A finales de ese mismo año, habría vendido su participación del 50 por ciento en la empresa por un dólar a su pareja.
No va a dimitir
En una entrevista emitida por televisión, Gunnlaugsson expresó su determinación de seguir al frente al Gobierno y apostó por agotar la legislatura para que los electores muestren su parecer en los próximos comicios, previstos para la primavera de 2017. El primer ministro insistió en que en ningún momento ni él ni su mujer hicieron uso de esa firma para evitar pagar impuestos en Islandia.
Consultado si iba a pedir perdón por haber recurrido a un paraíso fiscal, Gunnlaugsson señaló que tenía que disculparse por su actuación el domingo ante las cámaras de televisión, cuando abandonó una entrevista en la que se le estaba preguntando por esa empresa. La presión, en todo caso, no ha cedido. A través de su cuenta en la red social Facebook, la ex primera ministra islandesa Johanna Sigurdardóttir reclamó la dimisión de Gunnlaugsson al considerar que está en juego la credibilidad del país.