La Corte Suprema de Estados Unidos infligió este viernes un nuevo desaire al Mandatario Donald Trump al rechazar un recurso presentado por las autoridades de Texas que tenía como objetivo revertir su derrota en las elecciones presidenciales de noviembre.
Sus nueve integrantes, incluidos tres designados por el Presidente republicano, concluyeron que Texas no tenía derecho a interferir en la organización de elecciones en otros estados.
Tres días antes de que se reúna el Colegio Electoral para designar formalmente al vencedor de los comicios, el presidente aún se niega a reconocer su derrota frente al demócrata Joe Biden y asegura que la elección le fue "robada".
Por falta de pruebas tangibles que respalden sus acusaciones de "fraude masivo", las cincuenta o más denuncias presentadas por sus aliados en todo Estados Unidos han sido desestimadas por los tribunales o retiradas.
Tras estos fracasos, y un primer revés ante la Corte Suprema, las autoridades texanas interpusieron un recurso el martes que parecía ser una operación de última hora de los partidarios de Trump.
Exigieron la anulación de los resultados en cuatro estados clave ganados por Biden (Pensilvania, Georgia, Michigan y Wisconsin) con el argumento de que, según ellos, las autoridades locales habían violado las leyes electorales al extender el uso del voto por correo.
Trump había calificado el caso de "muy sólido" e intervenido a título personal en el proceso.
Más de 120 congresistas republicanos electos se asociaron formalmente al reclamo, por mucho que los expertos legales lo criticaran.
"Es un comunicado de prensa disfrazado de denuncia", estimó el profesor Rick Hasen en su sitio Election Blog.
"Tenemos un nuevo candidato al premio de la categoría 'denuncia electoral más loca'", agregó su colega de Texas Steve Vladeck en Twitter.
Por primera vez en su historia, el muy serio Scotusblog, que cubre noticias de la Corte Suprema, llamó a sus jueces a "aplastar" la denuncia de Texas.
"Esta no es una denuncia seria ni una postura legítima", dijo su cofundador Tim Goldstein.
Trump había presionado a los magistrados. "Deben mostrar un gran coraje y una gran sabiduría. Salven a Estados Unidos", tuiteó el viernes.
El presidente, que cambió radicalmente los miembros de la Corte Suprema, declaró al día siguiente de la votación que iba a recurrir a ella.
Probablemente esperaba una reedición del escenario de 2000, cuando la Corte Suprema interrumpió el recuento de votos en el estado de Florida, permitiendo que George W. Bush ganara la elección.