La Corte Suprema de Estados Unidos dio el visto bueno este miércoles a la primera ejecución federal de una mujer en casi 70 años, que será uno de los últimos actos de la presidencia de Donald Trump.

El alto tribunal rechazó los últimos recursos presentados por los abogados de Lisa Montgomery, de 52 años, a pesar del desacuerdo de sus tres magistrados progresistas. 

Sus abogados habían pedido clemencia a Trump sin negar la gravedad del crimen: en 2004 mató a una embarazada para robarle a su feto.

Según ellos, su clienta padece trastornos mentales graves, consecuencia de las agresiones y violaciones en grupo que sufrió cuando era niña. Según ellos, no comprende el sentido de su condena, una condición indispensable para que sea ejecutada. 

Un juez federal había ordenado el lunes suspender la ejecución a petición de la defensa, pero el gobierno apeló esa decisión del magistrado y un tribunal de apelación anuló el fallo este martes. 

La Corte Suprema de Estados Unidos, ante la que se habían presentado dos recursos distintos, dio razón en ambos casos a los abogados del gobierno de Trump.  

En 2004, Montgomery, incapaz de tener un nuevo hijo, identificó a su víctima -una criadora de perros- en internet y acudió a su domicilio en Misuri con la excusa de comprarle un terrier.

En su lugar, la estranguló, le abrió el útero, tomó el bebé -que sobrevivió- y abandonó a la joven de 23 años en un charco de sangre.

Trump, un firme partidario de la pena de muerte, ignoró una petición de clemencia presentada por los apoyos de Montgomery. 

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