Producto de la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19, múltiples colegios y centros educativos han tenido que cerrar sus puertas para evitar contagios.

Por ello, Hannah, una niña de 7 años que vive en la ciudad estadounidense de Panamá, en Florida, ha cambiado las clases presenciales por sesiones a distacia por videoconferencia, con su profesora, Katie RIcca.

Sin embargo, según relata Good Morning America, la madre, Kelley Close, aseguró que su hija últimamente se veía triste y retraída, cuando normalmente, se le ve muy alegre.

Dicha situación también la notaba su profesora en las clases online, decidió salir de su casa para ir a ver a su alumna y enseñarle las cosas que no ha logrado comprender bien, por supuesto, manteniendo la distancia y todas las sugerencias que se entregan para evitar la propagación del COVID-19.

"La Sra. Ricca se sentó al final de la entrada e hizo que Hannah se sentara a unos seis pies de distancia (...) leyó varios libros, hablaron sobre nuestros dibujos en la acera y también sobre todos nuestros sentimientos durante esta 'temporada de cuarentena'", señaló la madre, quien además les tomó una foto y la compartió en sus redes sociales.

"Al ver a mi estudiante deprimida, supe que tenía que demostrarle que me importaba. Ella no necesitaba más práctica de matemáticas; necesitaba que yo le mostrara que entendía sus sentimientos y que no estaba sola", señaló la profesora.

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