Seúl tachó este miércoles de "lamentable" la decisión de Corea del Norte de cancelar las conversaciones a alto nivel entre los dos países debido a los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur. El Ministerio de Unificación añadió en su declaración que la decisión no es "conforme al espíritu y propósito de los acuerdos alcanzados entre los líderes de los dos países", según recogió la agencia de noticias Yonhap.

El comunicado del ministerio agrega que el Gobierno sigue comprometido con la declaración de Panmunjon a la que se llegó el mes pasado en la cumbre intercoreana y urgió a Pyongyang a regresar a la mesa de conversaciones "lo antes posible". La reunión fue cancelada en protesta por las maniobras aéreas que están llevando a cabo Corea del Sur y Estados Unidos.

Corea del Norte volvió a decir hoy que se está replanteando además si seguir adelante con la cumbre entre Kim Jong-un y Donald Trump, prevista para el 12 de junio, debido a las propuestas planteadas desde Washington para que desmantele de golpe su programa nuclear.

Una nota firmada por el vicecanciller Kim Kye-gwan y publicada por la agencia estatal de noticias KCNA dice que la propuesta estadounidense "no supone un intento de solventar el problema a través del diálogo" y acusa a Washington de "tratar de imponer el destino de las derruidas Libia e Irak" a Corea del Norte.

"Funcionarios de Casa Blanca y la Secretaria de Estado incluyendo a John Bolton, asesor nacional de Seguridad, andan soltando afirmaciones sobre el llamado programa de desarme al estilo Libia", explica la nota.

Esto hace referencia al acuerdo que Trípoli y Washington firmaron en 2003 y por el cual el régimen libio -derrocado merced al alzamiento de opositores y a los bombarderos aliados de 2011- eliminara su programa de armas de destrucción masiva y entregara su arsenal a cambio de incentivos económicos.

"Nunca hemos tenido ninguna expectativa de apoyo económico de Estados Unidos y tampoco aceptaremos ese acuerdo en el futuro", reza también el texto, que termina por calificar a Bolton de "repugnante".

De este modo, Pyongyang advierte a Washington de que si sigue escuchando a Bolton y a otros "pseudo patriotas" que insisten en la solución libia, "las perspectivas sobre la inminente cumbre Corea del Norte-EEUU y sobre las relaciones Corea del Norte-EEUU en general quedarán bien claras".

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