AFP
Corea del Norte comezó este lunes tres días de duelo oficial en homenaje al líder cubano Fidel Castro, un aliado heróico y "amigo cercano" en la lucha contra las agresiones de Estados Unidos, según indica Pyongyang.
Desde el pasado sábado y en honor a la cercana relación que existió entre Fidel Castro y Kim Jong-Un, el Presidente norcoreano, las banderas flameaban a media asta en todos los edificios oficiales del país para honrar al fallecido mandatario de Cuba.
El líder norcoreano, envió un mensaje de pésame a Cuba, tras la muerte el viernes a los 90 años de Castro, un "amigo cercano y compañero" del pueblo coreano.
Una delegación oficial encabezada por Choe Ryong-Hae, vicepresidente del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea del Norte, partió el lunes rumbo a La Habana para participar en el funeral de Castro.
En el metro de Pyongyang, los pasajeros se agolpaban frente a una vitrina para leer el obituario de Fidel Castro publicado por Rodong Sinmun, el diario del partido comunista norcoreano.
"Fue un gran revolucionario. Hasta el último minuto apoyó y defendió nuestra revolución y luchó intensamente por la independencia antiimperialista y contra Estados Unidos", dijo Kim Hong-Chol, un profesor de literatura jubilado al recordar la visita de Castro.
A pesar de su larga permanencia en el poder, Fidel Castro efectuó una sola visita a Corea del Norte, lo que marca una cierta distancia cultural y política.
Por su parte, ni Kim Il-Sung ni su hijo y sucesor Kim Jong-Il, que tenía pánico del avión, nunca viajaron a La Habana.
En los años setenta, Cuba y Corea del Norte fueron rivales en el Movimiento de los Países No Alineados. Castro era aliado de la Unión Soviética, mientras que Kim Il-Sung se mantenía equidistante de la disputa entre la URSS y China, las grandes potencias comunistas.
En 2003, en una de sus últimas giras internacionales, Castro asistió a una cumbre de los No Alineados en Malasia y en el viaje de regreso visitó China, Japón y Vietnam, pero se abstuvo de ir a Corea del Norte.
Sin embargo, a pesar de la falta de sintonía entre los dirigentes, Cora del Norte y Cuba, ambos sancionados por Estados Unidos, seguían siendo aliados como lo demostró el caso del buque "Chong Chon Gang".