Los fuegos artificiales de Nochevieja en Perth, la capital del estado de Australia Occidental han sido cancelados, ante el peligro de los incendios forestales que empeoran en medio del calor opresivo del verano, mientras aumentaban este lunes las presiones para que Sydney deseche también su celebración icónica.
El vice primer ministro de Nueva Gales del Sur, John Barilaro, fue el último en mostrar su apoyo para que se anulen los fuegos artificiales para dar la bienvenida a 2020 en Sidney, la capital de este estado, el más afectado por la crisis.
"Los fuegos artificiales de Año Nuevo en Sidney deberían cancelarse, es una decisión fácil. El riesgo es demasiado alto y tenemos que respetar a nuestros exhaustos bomberos voluntarios", dijo Barilaro el lunes en su cuenta de Twitter.
Barilaro añadió que muchas ciudades, incluyendo Canberra, la capital del país, habían cancelado sus fuegos artificiales de la medianoche del martes debido al riesgo de incendio.
Su posición sigue a la campaña on-line a la que el lunes al mediodía se habían adherido más de 271.000 personas en la que se pide la suspensión de estos espectáculos en todo el país y destinar el dinero para su organización a apoyar a bomberos y damnificados.
Sin embargo, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, dijo este domingo que los fuegos artificiales deberían seguir adelante para mostrar al mundo la resistencia de Australia.
El gobierno municipal de Sidney descartó suspender el espectáculo que tiene lugar en el emblemático puente del puerto, cuyo presupuesto asciende a 5.8 millones de dolares australianos (3.6 millones de euros) y que se espera vean en directo en la orilla de la bahía alrededor de un millón de personas.
Temperaturas por encima de los 40 grados alientan los incendios que arden también en otras zonas del país, como el estado de Victoria, en el sureste, donde este domingo las autoridades llamaron a miles de residentes y visitantes a evacuar una popular zona turística de montaña.