La consulta de Walter Palmer, el dentista que cazó al león Cecil de Zimbabue, se ha convertido en escenario de una espontánea protesta ciudadana por la muerte del animal.
Decenas de personas han dejado en su puerta animales de peluche y flores como recordatorio y reproche de la cacería que Palmer pagó en Zimbabue, para tener como trofeo la cabeza y piel de un león macho.
En la mampara de la consulta alguien dejó también un cartel que dice "Usted es un cobarde y un asesino”, escrito con pintura roja.
En el domicilio particular de Palmer también hubo amagos de protestas. Activistas que portaban con pistolas de agua lanzaron animales de peluche en el jardín, que –según dijeron a la prensa que estaba en el lugar- eran un "cebo" para cazar dentistas.
Palmer, quien no ha aparecido en público, emitió un comunicado diciendo que nunca supo que se trataba de león "conocido y querido", y que creyó que la caza era legal confiado en la experiencia de los guías locales.
Sin embargo, a los críticos no les conmovió su disculpa. Muchos lo atacaron por practicar tan polémico deporte. Otros cuestionaron su sinceridad, dado que ya fue inculpado en el pasado por caza furtiva.
Las redes sociales de Palmer también estaban inundadas de ataques y amenazas. La página de Facebook de su consulta dental, River Bluff Dental, en un suburbio de Minneapolis, Minnesota, fue cerrada y su página de Internet está caída.
Además, su cuenta de Twitter parecía haber sido hackeada: estaba llena de imágenes de las películas de "El rey león" y mensajes como "Ustedes en serio tienen que calmarse. Era sólo un león".
Experto con arco y flecha
Walter Palmer, de 55 años, es un coleccionista de trofeos de cacería que ya tiene en su registro una condena por caza furtiva en Estados Unidos.
Se presenta como un experto en el manejo del arco y flecha que no necesita llevar un arma de fuego cuando está tras una gran presa, tal como él mismo contó en un artículo del New York Times en 2009 sobre buscadores de trofeos.
En aquella ocasión contó al diario que aprendió a disparar a los cinco años y que ha matado a todos los 29 trofeos animales reconocidos por el grupo de cazadores de arco y flecha Pope and Young, menos uno.
Dijo que es capaz de acertar un naipe con su arco compuesto desde 100 metros de distancia.
Condenas previas por caza ilegal
Luego que la ONG Zimbabwe Conservation Task Force (ZCTF) revelara su nombre, las imágenes de Palmer sonriente sobre sus presas muertas (un leopardo que yace flácido como un muñeco de peluche sobre sus brazos desnudos, un rinoceronte, un alce, un búfalo...) comenzaron a circular en internet.
En 2006 en Estados Unidos, Palmer disparó ilegalmente a un oso negro fuera del área designada de cacería. Fue condenado por mentir a las autoridades federales sobre el lugar de la matanza y pasó un año en libertad condicional tras pagar una multa de 3.000 dólares.
Palmer también fue condenado por pescar sin licencia en 2003.
Su botín incluye 43 animales, entre ellos un oso polar, un puma, un elefante y otro león africano, según los registros del club obtenidos por el diario Minneapolis Star Tribune.
Al parecer, el león Cecil fue atraído fuera de los límites del parque Hwange con una carnada y luego atacado con arco y flecha. Pero la flecha sólo lo hirió. Según la ONG pasaron 40 horas antes de que Palmer y su guía encontraran a su presa y le dieran el golpe final con un arma de fuego.
Interrogatorios en Zimbabue
Este miércoles las autoridades de Zimbabue interrogaron al cazador local Según Theo Bronkhorst y al granjero Honest Ndlovu, quienes ayudaron a Palmer en el safari.
Ambos probablemente enfrentarán a cargos por caza furtiva en los tribunales. Las autoridades dicen que no se obtuvieron los permisos de caza apropiados, por lo que la matanza fue ilegal.
La Policía de Zimbabue dijo que está buscando a Palmer.