Un doble atentado suicida mató el jueves en Túnez a un policía e hirió a ocho personas, devolviendo el recuerdo de la violencia en el país, el mismo día en el que el presidente Béji Caïd Essebsi fue hospitalizado en "estado crítico".

El dirigente de 92 años fue "víctima de un grave malestar y fue trasladado al hospital militar de Túnez", escribió la presidencia en su página de Facebook.

"La situación del presidente es crítica" pero "estable", indicó en Twitter su consejero Firas Guefrech, que desmintió los rumores que hablaban de su muerte.

Essebsi ya había sido hospitalizado al final de la semana pasada. 

Los atentados y la crisis de salud del jefe del Estado se producen en medio de un tenso clima político en Túnez en los últimos meses, en vísperas de las elecciones presidenciales y legislativas, previstas en octubre y en noviembre.

En la principal arteria de Túnez, la avenida Habib Bourguiba, un kamikaze atacó el jueves a un vehículo de la policía, matando a un agente e hiriendo a tres civiles y a un policía, según el ministerio del Interior.

Dos restos de cuerpo, probablemente los del kamikaze, yacían en la calzada alrededor del coche, constató en el lugar una periodista de la AFP. El atentado se produjo cerca de la embajada de Francia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, que se encuentra actualmente en Japón, condenó "firmemente" en Twitter este doble atentado suicida.

Los atentados, ocurridos en el inicio de la temporada turística y que por el momento no fueron reivindicados, han sido los primeros en Túnez desde el 30 de octubre de 2018, cuando una mujer kamikaze se hizo estallar igualmente en la avenida Bourguiba, causando al menos 26 heridos, en su mayoría policías.

Un "acto terrorista cobarde"

Algunos viandantes se desmayaron por la conmoción, y numerosos comercios y administraciones del centro cerraron.

Las fuerzas de seguridad fueron rápidamente desplegadas en el lugar, donde se agrupaban numerosos curiosos, a pesar de las advertencias que lanzaban en tono agresivo los agentes.

Media hora más tarde, se produjo un segundo atentado suicida contra un complejo de la Guardia Nacional en la periferia de la capital. Cuatro policías resultaron heridos, indicó el ministerio del Interior. 

El kamikaze se hizo estallar delante de la puerta trasera de las instalaciones de Gorjani, donde se agrupan los servicios de la Guardia Nacional, de la policía jurídica y de investigación antiterrorista, declaró el portavoz del ministerio, Sofiène Zaag.

"Es un acto terrorista cobarde" que "apunta a desestabilizar a los tunecinos, la economía y la transición democrática en un momento en el que comienza la temporada turística y a unos meses de las elecciones", declaró a la prensa el jefe del gobierno, Youssef Chahed, que se desplazó a la avenida Bourguiba tras el ataque.

"Estos grupos [terroristas] no tienen su lugar en Túnez y nuestra guerra contra ellos es una guerra por la existencia, una cuestión de vida o muerte", añadió. Por otra parte, rechazó responder a las cuestiones sobre el estado de salud del presidente.

"Cinturón explosivo"

En una declaración a la radio privada Mosaique FM, el portavoz del departamento antiterrorista, Sofiène Sliti, afirmó que los dos kamikazes utilizaron un cinturón explosivo.

"No se sabe si es de fabricación artesanal o no. Las investigaciones continúan para determinar la identidad de los dos kamikazes", agregó.

Sofiène Zaag afirmó a la AFP que "los dos kamikazes son de sexo masculino".

Tras un levantamiento en 2011, que provocó la caída del régimen de Ben Ali, Túnez vivió un auge del movimiento yihadista, responsable de la muerte de varias decenas de soldados y policías, así como de civiles y turistas extranjeros,en los últimos años.

El estado de emergencia ha sido renovado constantemente en el país desde 2015.

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