AFP
El Congreso de Colombia ratificó este miércoles el acuerdo de paz firmado entre el gobierno y la guerrilla FARC para poner fin a una confrontación de medio siglo, al aprobar el pacto que reemplazó al rechazado hace casi dos meses en un plebiscito.
"Se aprueba la proposición de refrendación del acuerdo de paz", anunció la Cámara de Representantes, donde se registró una votación de 130 congresistas a favor y 0 en contra, de un total de 166 representantes.
La bancada opositora, representada por el partido derechista Centro Democrático, del expresidente y actual senador Álvaro Uribe, optó por abandonar la sala momentos antes de la votación, tal como había ocurrido la víspera cuando el acuerdo fue aprobado por el Senado.
La votación de la Cámara era el único paso que quedaba pendiente para la refrendación definitiva del pacto, que fue firmado por el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) la semana pasada tras incluirle propuestas de la oposición al texto original, rechazado en un plebiscito el pasado 2 de octubre.
"@CamaraColombia aprueba refrendación del #NuevoAcuerdo. Gratitud con Congreso por histórico respaldo a esperanza de paz de los colombianos", escribió en Twitter Santos, Nobel de la Paz por sus esfuerzos de acabar la guerra interna.
En la plenaria, el resultado de la votación fue recibido con vítores y aplausos por los presentes.
Los uribistas, en tanto, se retiraron de la sala por considerar que el Congreso "no puede suplantar" la decisión que tomaron en las urnas los colombianos.
Las FARC, surgidas de una insurrección campesina en 1964 y con unos 5.765 combatientes actualmente, es la guerrilla más antigua de América Latina.
Esta es la cuarta vez que intentan un proceso de paz con el gobierno colombiano, tras fracasar en diálogos con los presidentes de Belisario Betancur (1982-1986), César Gaviria (1990-1994) y Andrés Pastrana (1998-2002).
El conflicto armado colombiano, del que también han participado otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, ha dejado al menos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.