Por AFP/T13.cl
Las autoridades congoleñas presentaron este lunes a la prensa un video que muestra, según ellas, el asesinato de los expertos de la ONU, la sueco-chilena Zaida Catalán y el estadounidense Michael Sharp, ejecutados en marzo en la región de Kasai, en el centro de la República Democrática del Congo (RDC).
Las imágenes, de unos dos minutos de duración, se ve a un hombre y una mujer blancos, cuyo físico coincide con la descripción de Catalán y Sharp. A su alrededor se juntan siete personas que hablan chiluba, el idioma mayoritario en Kasai, y llevan machetes y palos.
El coronel Pierre-Rombaut Mwanamputu, portavoz de la policía congoleña, declaró a la prensa que las autoridades habían obtenido esa grabación "gracias a la perspicacia de la policía científica", sin dar más detalles.
Con la ayuda de un intérprete, que no aparece en las imágenes, los hombres armados prometen indicar la ubicación de fosas comunes en la maleza. El hombre blanco, visiblemente preocupado, pregunta al intérprete, en un francés con fuerte acento anglófono: "¿Por qué están armados y nerviosos?".
Los individuos obligan luego a los dos extranjeros a sentarse en el suelo. Una persona que no sale en el video dispara entonces contra el hombre y lo alcanza en el pecho. Una voz ordena en francés: ¡Disparen! La mujer se tira sobre el hombre para protegerlo, pero una bala le da en la espalda. La voz grita: ¡Disparen! Se oyen otros tres tiros.
La misma voz pide entonces en chiluba: "No malgasten las municiones, córtenles la cabeza. Corta primero el pelo, que reforzará mi poder". Un adolescente le corta entonces la cabeza al hombre.
"Así es como actúan los hombres de Kamwina Nsapu (fuerzas opositoras al gobierno)", dijo a la prensa el portavoz del Gobierno congoleño, Lambert Mendel.
La ONU dijo sentirse "horrorizada" por el video, que las autoridades congoleñas le mostraron a un grupo de periodistas en Kinshasa, para descartar las versiones que responsabilizaban al gobierno de ser complice de los crímenes.
Catalán, de 36 años, Sharp y su intérprete Betu Tshintela fueron secuestrados el 12 de marzo y aparecieron 16 días después.
La sueco-chilena, hija de un exiliado que llegó a Suecia en 1975, llevaba años dedicada a labores de investigación para la ONU en países como Cisjordania y Afganistán. Además, en Suecia, era una activa miembro del Partido Verde.