Un tribunal indio fijó para el 22 de enero la ejecución de cuatro hombres que perpetraron una atroz violación grupal en 2012 y que acabó con la muerte de la víctima, una estudiante universitaria en Nueva Delhi.
Seis personas fueron acusadas inicialmente de haber participado en el brutal ataque en un autobús público, pero una fue liberada tras una breve detención al tratarse de un menor, y otra se suicidó cuando aguardaba el juicio.
El martes, el juez Satish Kumar, de un tribunal de la capital, ordenó que la pena de muerte de los cuatro se ejecute el 22 de enero a las 07h00 locales.
Los cuatro condenados todavía pueden apelar la decisión y solicitar la gracia al presidente de India.
Jyoti Singh, de 23 años, fue brutalmente atacada en un autobús público en diciembre de 2012 cuando regresaba a casa en compañía de un amigo tras salir del cine.
Los atacantes la violaron sucesivamente y le introdujeron una barra de metal por la vagina ante la pasividad del conductor del bus que seguía su ruta por la ciudad, antes arrojarla junto a su amigo malherido a una cuneta.
Singh murió a causa de las graves heridas que el infligieron poco después del ataque, en Singapur, adonde había sido trasladada para recibir tratamiento especialidado.
Cientos de miles de indios salieron a las calles para protestar y el caso llevó a la mayor reforma de la legislación sobre violencia sexual.
También dio pie a un premiado documental y a una serie de Netflix.
La familia de Singh mostró su satisfacción con el fallo.
"Este fallo ha restituido la fe de las mujeres en el sistema judicial", dijo la madre de Jyoti, Asha Devi, a la prensa. "Mi hija finalmente ha conseguido justicia", añadió.
Para el padre, Badrinath Singh, se trata de "una buena decisión para todo el país".
"Pero nuestra batalla continuará por muchas otras hijas que están en la misma situación en toda India", agregó.
La prensa india dijo que la cárcel de Tihar, donde están encarcelados los cuatro, recientemente realizó un simulacro de ejecución para comprobar que el patíbulo funciona.