"La cara amable del FPÖ”: ese es el sobrenombre que se ha ganado Norbert Hofer. Aún cuando en los programas de debate televisivo no tenga pelos en la lengua, siempre mantiene su sonrisa. Su imagen juega un papel muy importante. Después de todo, Hofer quiere ser elegido presidente de Austria en diciembre.

Él y su partido, que también quiere colocar al próximo canciller, se presentan como estadistas y tratan de no acercarse demasiado a la extrema derecha. Para cuidar su imagen, Norbert Hofer incluso llegó a la corte: en el verano boreal, demandó a un político del Partido Socialdemócrata austríaco (SPÖ) que lo había llamado "nazi". Pero ahora, una polémica aparición vuelve a atizar la discusión acerca de la proximidad del FPÖ al margen extremo de la derecha. El secretario general del partido, Herbert Kickl, habla este sábado (29.10.2016) en Linz en el Congreso de los "Defensor de Europa", en medio de miembros de asociaciones estudiantiles, de la Nueva Derecha y de agrupaciones antisemitas.

La reunión pretende ser, según sus organizadores, un "escaparate de la labor patriótica, conservadora y de defensa de la identidad." El magnífico lugar donde se realiza el evento, los salones barrocos Redoutensäle, fue alquilado por la asociación estudiantil de extrema derecha Arminia Czernowitz. Blogs y revistas de extrema derecha operan como "medios de comunicación", y se negó acreditación al resto de los periodistas. "El hecho de que se haya bloqueado a la prensa sugiere que no es políticamente irrelevante lo que está pasando allí", dijo el investigador de movimientos de extrema derecha Bernhard Weidinger, de la Universidad de Viena, en entrevista con Deutsche Welle. Contra la reunión han protestado celebridades como la escritora Elfriede Jelinek, quien en una carta abierta pidió al Gobierno del Estado federado de la Alta Austria rescindir el contrato de alquiler de las salas, sin éxito. Opositores a al extrema derecha anunciaron una manifestación para este sábado.

Desde la derecha hasta la extrema derecha

Bernhard Weidinger estima que el Congreso es un importante encuentro para crear redes, sobre todo entre miembros de la extrema derecha alemana. Entre los ponentes está el alemán Jürgen Elsässer, jefe de redacción de la revista "Compact" y recientemente orador durante el encuentro en el segundo aniversario del movimiento "Patriotas Europeos Contra la Islamización de Occidente" (PEGIDA).

"El espectro va desde el ala derecha conservadora hasta la extrema derecha, con puntos de contacto para el neonazismo", dice Weidinger. Resalta la participación de agrupaciones periodísticas. "Esa escena se ve a sí misma como una vanguardia intelectual." A algunos participantes, el experto incluso los caracteriza de antisemitas, aun cuando ese no sea el consenso general. "Yo ubicaría la corriente principal entre la agrupación Blaue Narzisse, Sezession” y el llamado ‘Movimiento por la Identidad'". A todos ellos los une la lucha contra la supuesta "islamización" de Europa. Especialmente el "Movimiento por la Identidad" ha dado recientemente que hablar: en abril, irrumpieron en Viena en una obra de teatro sobre los refugiados, y en Berlín desplegaron una pancarta en agosto en la Puerta de Brandeburgo.

Un regalo del cielo para van der Bellen

En cuanto al contenido, dice Bernhard Weidinger, no hay demasida diferencia entre el Movimiento por la Identidad y el FPÖ. Los "identitarios” exigen el "fin de la inmigración masiva", un reclamo que el FPÖ también representa, solo que con consignas más sutiles y sin un activismo agresivo. El rostro de ese enfoque más suave es, sobre todo, Herbert Kickl, el hombre detrás de las consignas electorales del partido. Por eso sorprende a los observadores de la escena política que sea justamente él quien viaje a Linz, "Por lo general, Herbert Kickl normalmente sopesa exactamente cómo se posicionan estratégicamente tanto él como Norbert Hofer," señala, por su parte, Thomas Hofer, publicista y consultor político, a Deutsche Welle. "Esto es, justo antes de la elección presidencial, un paso que puede redundar en detrimento de sus candidatos".

Naturalmente, Kickl puede aclarar que no está de acuerdo con todos los ponentes y oradores en Linz. Pero en la campaña electoral eso no cuenta, dice Hofer, "sino solo la impresión que da esa intervención." Y añade que le allana el camino al candidato de la oposición verde, Alexander van der Bellen, para movilizar a los que tienen miedo de un desplazamiento hacia la extrema derecha en el país. "Esa sería otra razón para decir que Norbert Hofer es un lobo con piel de cordero.” 

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