Kim Jong-nam, primogénito del fallecido líder norcoreano Kim Jong-il, murió en extrañas circunstancias en Malasia este lunes.
Según medios surcoreanos, dos mujeres usaron veneno para asesinar al hombre de 45 años en el aeropuerto de Kuala Lumpur. Ambas se encuentran detenidas junto a un tercer sospechoso.
Y si bien aún se desconocen los resultados de la autopsia del cuerpo de Jong-nam, autoridades surcoreanas no demoraron en señalar, sin pruebas, al máximo culpable: Kim Jong-Un.
Jong-nam era medio hermano del actual líder de Corea del Norte.
Y desde que Kim Jong-un asumió el cargo en 2011, el joven líder norcoreano ha ejecutado funcionarios percibidos como una amenaza a su autoridad, entre ellos, a su tío y mentor, Chang Song-thaek.
A esto se suma el extenso historial de Corea del Norte enviando agentes al extranjero para llevar a cabo ataques, secuestros y asesinatos.
Por eso no es de extrañar que los primeros reportes desde Corea del Sur señalaran que agentes norcoreanos fueron los responsables de asesinar a Jong-nam, un hombre conocido por su afición a las fiestas y las apuestas.
Pero sobre todo, conocido por ser el verdadero sucesor como "líder supremo" del régimen comunista norcoreano, uno de los más herméticos del mundo.
Crecer en secreto
Jong-nam nació en mayo de 1971 en Pyongyang. Su madre, la actriz norcoreana Song Hye-rim, todavía estaba casada cuando comenzó su relación romántica con quien se convertiría en líder del país de 1994 a 2011, Kim Jong-il.
Bajo los conservadores estándares de la sociedad norcoreana esta era una relación bastante sórdida.
Es así que, por años, Kim Jong-il ocultó su relación amorosa y al propio Jong-nam de su padre, el entonces líder de Corea del Norte, Kim Il-sung.
Jong-nam creció literalmente encerrado tras las rejas de una gran residencia en el centro de Pyongyang.
Debido a las sucesivas enfermedades mentales y físicas que sufrió su madre, Jong-nam fue criado por su abuela y tía maternas, aunque con la constante presencia de su padre.
Según escribió para la BBC Michael Madden, experto en Corea del Norte y docente en el Instituto de Estados Unidos-Corea en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, Jong-il "adoraba" a Jong-nam.
En 1979 Jong-nam se fue al exterior para estudiar. Por esa época, Jong-il comenzaría una relación amorosa con una bailarina llamada Ko Yong-hui, con quien tendría 3 hijos.
Kim Jong-un es el hijo del medio.
Entre apuestas y fiestas
Jong-nam pasó la mayor parte de su vida en el extranjero.
En su juventud vivió 10 años en Rusia y Suiza, donde aprendió a hablar francés e inglés, y desde principios de los años 2000 residía en China.
Y, según Madden, durante su juventud su exposición al "mundo exterior", así como a la impaciencia que le provocaba su relativo aislamiento social, lo llevaron a cuestionar el sistema político y económico de Corea del Norte.
"Kim Jong-il llegó a estar tan frustrado con Jong-nam que varias veces amenazó con enviarlo a una cárcel política o bien obligarlo a trabajar en una mina de carbón", cuenta el experto.
"Pero en lugar de ser encarcelado, Jong-nam pasó su juventud lidiando con las demandas y expectativas poco realistas de su padre".
Jong-un nunca iba a ser un candidato viable para la sucesión, asegura Madden.
Pero eso no evitó que entrara en "el negocio familiar", vinculándose al aparato de seguridad interna de Corea del Norte y a sus operaciones de intercambio de divisas fuera del país.
Una vez en China, "estuvo encargado de manejar algunas de las cuentas familiares (con miles de millones de dólares en total). También participó en algunas operaciones comerciales ilícitas de Corea del Norte", asegura el experto.
"Y aunque Jong-nam nunca estuvo directamente involucrado en actividades como el narcotráfico o el contrabando de armas, tuvo un papel activo para conseguir que el dinero de actividades legítimas e ilícitas evitara el escrutinio de las autoridades legales".
"Así que no fue casualidad que Jong-nam frecuentara casinos de toda Asia y que, para mantener algunos de estos intereses financieros, desarrollara un estilo de vida de jet-set que cimentó su reputación de 'fiestero'", señala el profesor de la Johns Hopkins.
Estrategia o estilo de vida, todo se fue al traste en 2001, tras ser descubierto intentando entrar en Japón con un pasaporte falso. En ese entonces dijo a los agentes que le detuvieron que quería visitar el parque de atracciones Disneyland Tokio.
Desde entonces Kim Jong-nam mantuvo un perfil bajo, pasando la mayoría del tiempo en Macao, Singapur y China.
La figura del nieto
Debido a su linaje e historia, Jong-nam era tratado "con afecto" por algunas viejas élites y héroes norcoreanos. Era como una especie de nieto, escribió Madden.
"Este afecto no hubiera sido suficiente para formar una base de apoyo político en el país, pero habría sido útil si Jong-nam hubiera decidido presentarse como rival político de su medio hermano".
Desde que Kim Jong-un asumió el poder en 2011, los medios de comunicación estatales de Corea del Norte han querido contrarrestar esta relación sentimental de los viejos revolucionarios con Jong-nam.
En palabras de Madden: "En los eventos estatales, Jong-un siempre se para para saludar a estos héroes nacionales. Y ser fotografiado y filmado haciéndolo".
Pero, a pesar de todo esto, escribió el experto, "Jong-nam no era una amenaza ni un rival creíble para el liderazgo de Jong-un".
Tanto a nivel público como privado Jong-nam había expresado no tener interés en gobernar Corea del Norte.
Según Madden, Jong-nam llevaba muchos años viviendo en el extranjero como para generar una base de poder entre las élites locales.
Además, en los últimos meses Pyongyang ha hecho varios intentos de acercamiento con Pekín, donde Jong-nam tenía contactos poderosos, particularmente con autoridades chinas.
"A menos que ya hubiera dejado de serle útil a elementos del gobierno chino, no estaba dentro de los intereses geopolíticos de Jong-un en la región matar a su medio hermano", asegura Madden.
"Y mandar a asesinar a su medio hermano tampoco es bueno para la imagen pública ni los intereses políticos de Jong-un", agrega.
Y el experto también recomienda dejar que las autoridades de Malasia concluyan su investigación.
"Jong-nam había sido blanco y objeto de desinformación por parte de la prensa de Corea del Sur por casi 30 años", recuerda el catedrático.
"Y ya empiezan a surgir relatos contradictorios sobre su supuesto asesinato. Por todo lo que sabemos, hasta es posible que haya tenido un ataque al corazón", concluye Madden.
En otras palabras, el misterio continúa. Y como ocurre con mucho de lo que involucra a Corea del Norte, será difícil saber a ciencia cierta qué es verdad y qué es especulación.