Cuando la semana pasada recibí por correo la edición Blu-ray de "Avengers: Era de Ultrón", noté que en posición estelar, en el centro de la tapa de la caja, estaban el Capitán América, Thor, Iron Man y Hulk.

Debajo de ellos, un poco más pequeños, estaban Ojo de Halcón, Viuda Negra y Nick Furia.

Sobre ellos, planeando en el cielo, y todavía más diminuta, estaba Visión.

 

Si hubiera pedido la edición de DVD, la tapa hubiera sido del mismo tamaño, pero en ella sólo estarían los primeros cuatro superhéroes.

Un detalle que la crítica no dejó pasar, señalando que el relativamente diverso elenco de la película había sido reducido a cuatro tipos blancos; o tres blancos y uno verde, dependiendo de cuán molesto se encontraba el cuarto al momento de la foto.

Un negro en los cómics

Viuda Negra ya había sufrido la humillación de haber perdido su motocicleta en una versión de juguete que fue vendida con el Capitán América, sustituyéndola como piloto.

No es una locura preguntar el motivo por el cual el departamento de mercadotecnia de Marvel es tan apocado en comparación con los cineastas que hacen las películas.

Del mismo modo que muchas películas de cómics se quedan muy cortas frente a las historietas que las inspiraron.

Cuando la Mujer Maravilla aparezca el año que viene en "Batman v Superman: el origen de la justicia", será la primera vez que será caracterizada en la gran pantalla, a pesar de que por más de 70 años ha sido impresa casi continuamente.

La primera vez que Pantera Negra apareció en un cómic fue en 1966.

Pero no será hasta 2018 que finalmente tendrá su propia película, después de que haga su aparición en "Capitán América: la guerra civil".

A pesar de que Pantera Negra es ampliamente considerado como el primer héroe afroamericano en un cómic, fue precedido por los personajes de la historieta de Orrin Evans, All-Negro, una única edición que salió en 1947.

Evans, un periodista negro, estaba décadas por delante de otros escritores cuando se dio cuenta que los niños blancos no eran los únicos que se querían ver reflejados en sus personajes de ficción.

"¡Es nuevo!", proclamaba el titular encima de la imagen de Ace Harlem, un detective privado de Nueva York, muy bien trajeado debajo de su abrigo, con el cuello levantado para que rozara el ala de su sombrero.

Audiencia del cine: menos tolerante

Quizás la gran pantalla haya tenido problemas para seguir las tiras cómicas debido a que los espectadores de las películas no siempre son tan tolerantes como los lectores de los cómics.

En una oportunidad Nick Fury llegó a ser tan blanco que fue David Hasselhoff quien lo interpretó para la televisión.

Pero cuando el artista inglés Bryan Hitch y el escritor escocés Mark Millar lo reinventaron en 2002 para el cómic "The Ultimates", era negro, calvo y le explicaba al resto del grupo de Avengers que le gustaría ser encarnado por Samuel L. Jackson.

Su deseo se hizo realidad (al contrario de Capitán América, que quería que Brad Pitt tomara su escudo, y de Iron Man, quien pensaba que Johnny Depp era el candidato en la pantalla para ocupar Stark Tower).

Aún así, cuando Michael B. Jordan fue anunciado como Antorcha Humana en la última entrega de "Los Cuatro Fantásticos", muchos de los comentaristas en Internet enloquecieron con la idea de que un héroe previamente blanco fuera interpretado por un actor negro.

Idris Elba fue objeto de críticas parecidas cuando le dieron el papel de Heimdall en Thor.

La gente empezó a decir que no era realista tener un personaje nórdico interpretado por un tipo negro (a pesar de que el puente celestial que conecta Tierra con el reino de Asgard aparentemente no fue ningún problema en términos de realismo).

Héroes enmascarados por el cambio

Kamala Khan, también conocida como Ms Marvel, es una superhéroe adolescente musulmana que patrulla las clases de Nueva Jersey.

No hay programas de TV o película cuyo personaje principal sea musulmán, mucho menos mujer, en Estados Unidos.

Midnighter de DC Comic es, según el escritor Steve Orlando, "un punto de vista positivo y seguro en la vida de un hombre gay".

Es un gay activo que se puede utiliza la aplicación social para homosexuales y bisexuales Grindr y que entre la lista de intereses está: "Violencia (inventiva)".

El mundo de las historietas está, una vez más, a años luz de la industria cinematográfica, donde un hombre homosexual soltero es con frecuencia representado como un hombre atormentado que pocas veces se muestra feliz, incluso en su festiva vida de soltero.

Sin embargo, las grandes editoriales de cómics como Marvel y DC han sido denunciadas por algunos escritores y artistas por sus codiciosas obsesiones. En 2012 Alan Moore desestimó memorablemente a toda la industria como un "grupo de gánsteres" cuya ética "no había cambiado significativamente en 70 años.

Escritores como Alan Moore y Neil Gaiman siempre han cortejado una audiencia diversa: Moore a través de su firme negativa a comprometerse o callar, Gaiman a través de su amplio trabajo y, últimamente, su extraordinario alcance en las redes sociales.

No es casualidad que el símbolo visual más potente del activismo anticapitalista durante la última década sea la máscara de Guy Fawkes, copia de la que usó V en la historia de desobediencia civil de Moore, "V for Vendetta".

Negocio con impacto

Los cómics tienen la capacidad de ser un gran negocio, pero también pueden crear y acoger la contracultura.

Es difícil imaginar que una historia como Persépolis, de Marjane Satrapi haya tenido tanto éxito si hubiera sido escrita en prosa y publicada por una editorial tradicional: buena parte de su atracción vino de sus agradables y engañosamente simples gráficos.

Pero incluso los personajes de cómic más famosos están luchando importantes batallas, y en contra de enemigos más complicados que los simples supervillanos.

Batman ha tenido sus críticos diciendo que él no es un superhéroe de verdad, sino solo un sociópata con un alto sentido de venganza y una tarjeta de crédito ilimitada.

Pero el héroe encapuchado no le teme a abordar uno de los problemas contemporáneos más espinosos de Estados Unidos: el racismo institucional.

Una reciente entrega (Batman #44: Un caso simple) empieza con una imagen de un niño negro en el suelo que ha sido disparado por un oficial de la policía.

En las palabras de su escritor Scott Snyder, Batman descubre que los métodos que anteriormente han sido efectivos ya no son suficientes para resolver los problemas de Ciudad Gótica: "Encontrar a un criminal, meterlo en la cárcel… en vez de eso tiene que aprender que los problemas a los que se enfrenta hoy en día son mucho más humildes y a la vez mucho más complicados".

Los cómics siguen abriendo un camino a través de la cultura pop, reflejando las sociedades de las que emergen.

Su aparente moralidad binaria –héroes y villanos, el bien y el mal- esconde una complejidad social mucho más matizada complejidad social.

La verdad en el corazón de tantas historietas permanece intacta: algunas veces necesitas llevar una máscara para mostrar la verdadera personalidad del mundo.

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