En el asalto al hospital Ibn Sina de la ciudad cisjordana de Yenín, alrededor de una docena de soldados, tres de ellos vestidos de mujer y dos vestidos como personal médico palestino, recorrieron un pasillo con rifles, de acuerdo imágenes de circuito cerrado de televisión.
Hamás confirmó que uno de los muertos era miembro del grupo militante islamista. La facción aliada Jihad Islámica dijo que los otros dos muertos eran hermanos que pertenecían a ella. Ibn Sina dijo que uno de los hermanos había estado recibiendo tratamiento por una lesión que le paralizó las piernas.
El Ejército israelí dijo que uno de los muertos tenía una pistola y que el incidente mostraba que los militantes estaban utilizando zonas civiles y hospitales como refugios y "escudos humanos". Hamás ha negado antes las acusaciones.
Fuentes palestinas dijeron que los tres no estaban involucrados en ningún combate. Uno de ellos, Basel Al-Ghazzawi, estaba en silla de ruedas después de haber sido herido en la espalda este mes y estaba en el hospital para recibir tratamiento. Su hermano Mohammad se alojaba allí para ayudarlo y el tercer hombre era un amigo, dijeron las fuentes.
El escuadrón encubierto israelí irrumpió en el hospital, se dirigió al tercer piso y los mató con pistolas con silenciador, dijeron fuentes del hospital.
La ministra de Salud palestina, Mai Alkaila, calificó el incidente de crimen de guerra e instó a las Naciones Unidas y a los grupos de derechos internacionales a poner fin a tales acciones. Israel ha negado anteriormente haber cometido crímenes de guerra.
Israel inició su ofensiva contra Gaza en respuesta al ataque en el que murieron 1.200 israelíes y 253 fueron tomados como rehenes, de los cuales más de 100 siguen cautivos en Gaza.
Desde entonces, 26.751 palestinos han muerto y 65.636 han resultado heridos por acciones israelíes en Gaza, dijo el Ministerio de Salud de Gaza. Unos 114 palestinos fallecieron y 249 resultaron heridos en las últimas 24 horas, agregó.
La guerra ha creado una crisis humanitaria: amplias zonas de Gaza han sido arrasadas, cientos de miles de personas han quedado en la indigencia y los suministros de alimentos, agua y medicinas están casi agotados.
La Organización Mundial de la Salud dijo que la población de Gaza estaba al borde de la hambruna. "Está empeorando día a día", señaló el portavoz Christian Lindmeier en una sesión informativa en Ginebra.