Colombia atraviesa por la fase más crítica de la pandemia y este lunes sobrepasó los 100.000 muertos, además con un récord de fallecidos reportados en 24 horas (648), en medio de protestas antigubernamentales que encabezan jóvenes sin vacunar.

El país de 50 millones de habitantes recibe de lleno el golpe de la tercera ola. En abril comenzaron a subir los contagios a partir de lo que los expertos llaman "cansancio pandémico" en una población empobrecida por la crisis que instaló el virus.

Con el relajamiento de las normas de autocuidado y la reapertura decretada por el gobierno para mitigar el descalabro de la economía, se agravó la situación, explica la epidemióloga Silvia Zapata.

Hoy, tras casi sesenta días de protestas multitudinarias contra el gobierno del conservador Iván Duque, los contagios y muertes reportados a diario duplican las cifras de comienzos de abril.  

"Más de 10.000 muertes se hubieran prevenido si no hubiéramos tenido aglomeraciones en las últimas 6 o 7 semanas", aseguró el mandatario en una declaración pública. 

El pico se convirtió en una meseta que no da signos de menguar. Además, "la vacunación va atrasada" en varias regiones del país, precisa Zapata.

Ambos factores, sumados a la presencia de variantes más contagiosas que la original, como la Gamma, identificada por primera vez en Brasil en enero, "hacen que se sostenga este pico de manera más prolongada" que los anteriores de junio de 2020 y enero de 2021, y que sea el "más complejo en términos de mortalidad", subraya la epidemióloga.

Umbral de horror

Este lunes el país cruzó la barrera sicológica de las 100.000 muertes con un dato igual o peor de aciago: por primera vez se consignan más de 600 muertos en el reporte diario de fallecimientos, que incluyen los de la jornada y las más recientes.

Así, Colombia es el cuarto país con más fallecidos por millón de habitantes en América Latina y el Caribe, y el sexto en contagios, según un recuento de la AFP.

Desde el 6 de marzo de 2020, el ministerio de Salud registra 100.582 óbitos y 3.685.947 contagios. 

Las esperanzas están puestas en la estrategia de inmunización que avanza lentamente. 

En cuatro meses, casi 15 millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna contra el virus y  4,8 millones de ellas ya han sido inyectadas con la segunda.

En este momento, autoridades sanitarias inmunizan a los mayores de 45 años y esperan vacunar a 35 millones de los 50 millones de colombianos antes de finalizar de año para alcanzar la inmunidad de rebaño.

Vacunados entre protestas

Al "cansancio pandémico" se le sumó la crisis social que estalló el 28 de abril.

Decenas de miles de personas salieron a protestar en contra de un alza de impuestos que castigaba a la clase media, presentada por el gobierno como una forma de mantener las ayudas a los más pobres en pandemia.

Aunque la iniciativa fue retirada, las manifestaciones se mantuvieron, avivadas por una violenta represión policial que fue condenada por la comunidad internacional.

La protesta reunió "mucha gente aglomerada, gritando, sin tapabocas por mucho tiempo" y aunque "pudieron estar en ambientes abiertos (...) era muy fácil (que el virus) entrara por la boca y nariz" de los manifestantes, explica Fernanda Gutiérrez, viróloga de la Universidad Javeriana. 

Además, "la gente que estaba aglomerada era la gente no vacunada", anota Gutiérrez

Los jóvenes que lideran las manifestaciones, empobrecidos por la pandemia o descontentos con las políticas de un gobierno conservador, son también el último grupo que será inmunizado.

Como consecuencia, Bogotá, que suma una tercera parte de las muertes por covid-19, pero también Cali (suroeste), donde aún arden focos de protesta, se instalaron como las ciudades con mayor número fallecidos registrados en los últimos días.

Es una "explosión de situaciones todas al tiempo", que también comprende el abandono prematuro de normas de autocuidado por parte de una población que "ve que en Europa hay países que están empezando a abrir los restaurantes, (...) que están empezando a quitarse los tapabocas" y quiere hacer lo mismo, advierte Gutiérrez.

Colombia vivió un confinamiento estricto entre marzo y septiembre de 2020, que el gobierno abandonó ante el descalabro de la economía.

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