AFP
La ciudad estadounidense de Cleveland desplegó este domingo fuertes medidas de seguridad, en víspera de la convención republicana que coronará a Donald Trump como candidato del partido a los comicios presidenciales, con temores de que las protestas se vayan de las manos.
La muerte de tres policías el domingo en un tiroteo en la ciudad de Baton Rouge, Luisiana, solo ayudó a incrementar el nivel de alerta en esta pequeña ciudad del norte del país, donde manifestantes marcharon hacia el centro de convenciones.
El presidente Barack Obama llamó a la calma.
"Estamos entrando en dos semanas de convenciones en las que nuestra retórica política tiende a ser más incendiaria de lo usual", dijo Obama a periodistas en la Casa Blanca.
"Por eso es tan importante que todos (...) se enfoquen ahora en palabras y acciones que puedan unir al país en vez de dividirlo aún más", añadió.
El complejo donde se realizará la feria política republicana, el Quicken Loans Arena, así como el centro de prensa que acogerá unos 15.000 periodistas, están completamente aislados, y la presencia policial es abrumadora.
Los cuatro días de discursos deberán sellar el ascenso triunfal de Trump como candidato de los republicanos para enfrentar a la demócrata Hillary Clinton en los comicios de noviembre, en medio de los intentos del magnate por unificar el partido tras virulentas elecciones primarias.
Se levantaron vallados de dos metros de altura, varias calles fueron cerradas al tránsito y otras obstruidas con barricadas de concreto; incluso camiones quitanieves fueron retirados de sus vacaciones estivales para acordonar el perímetro de la convención.
Las fuerzas de seguridad están en alerta, atizados por un cronograma de protestas ante la molestia que genera la retórica de Trump, y se preparan para cualquier eventualidad, tras recientes episodios de violencia contra la policía.
Similar a lo ocurrido en Dallas (Texas, sur) la semana pasada, al menos tres policías fueron abatidos a tiros y otros tres resultaron heridos este domingo en Baton Rouge (Luisiana), escenario reciente de protestas por la muerte de un joven negro a manos de la policía.
"Nuestro país está totalmente dividido y nuestros enemigos está mirando", escribió Trump en Twitter. "Nuestro país es una escena del crimen", apuntó.
La ley de Ohio permite el porte visible de armas, aportando otro ingrediente al miedo a que se desate la violencia en Cleveland, una ciudad de 400.000 habitantes que, previendo un posible descontrol de la situación, obtuvo un seguro antiprotestas por 50 millones de dólares.
Pero ello no detuvo a Steve Thacker, de 57 años, quien, rifle semiautomático AR-15 al hombro, habló con periodistas sobre el derecho constitucional a portar armas.
"Hemos escuchado reportes sobre todo el mundo, desde anarquistas y separatistas negros, a seguidores de Trump y opositores a Trump que vendrían a Cleveland para causar problemas o solo manifestar (...) Pero estamos preparados para todo", dijo el jefe de la policía de Cleveland, Calvin Williams.
Williams dijo también que se reforzaron las medidas de seguridad, luego que un hombre embistiera el jueves con un camión a una multitud en la ciudad francesa de Niza, matando a 84 personas.
Guerra contra EI
Trump, el polémico candidato que promete construir un muro en la frontera con México y se asume como el candidato de la "ley y el orden público", dijo en su más reciente entrevista que en caso de ganar las elecciones declarará la guerra al grupo yihadista Estado Islámico.
"Vamos a declarar la guerra contra EI, debemos barrerlos", dijo a la cadena CBS, según extractos de su entrevista publicados antes de la convención.
Trump ofreció esas declaraciones durante la primera entrevista conjunta con su compañero de fórmula, el candidato a vicepresidente y actual gobernador de Indiana, Mike Pence.
La elección de Pence, un evangélico con posturas antigay y antiaborto, fue celebrada por la dirigencia republicana y su ala conservadora, y es vista como una movida para unificar al partido en torno a Trump.
Pero el magnate tiene una tarea cuesta arriba para ganarse a sus detractores.
Contrario a lo que se acostumbra, los cuatro días de convención republicana no contarán con la presencia de expresidentes y tampoco asistirá el gobernador del estado anfitrión de Ohio, John Kasich, quien fue derrotado por Trump en las primarias.
Edad de las tinieblas
La primera protesta antiTrump arrancó el domingo, congregando unas decenas de manifestantes a pocas cuadras del centro de convenciones.
"Nos va a retrotraer a la edad de las tinieblas", dijo a la AFP Carol Steiner, una trabajadora médica retirada.
José Landaverde, un sacerdote anglicano salvadoreño, marchó casi un mes desde Chicago, predicando en los poblados rurales que son la base electoral de Trump "sobre el odio que ha provocado el discurso" del magnate.
"No vamos a tolerar el racismo y la discriminación", dijo el religioso de 45 años.
En tanto, más de cien mujeres posaron desnudas en Cleveland atendiendo el llamado del fotógrafo Spencer Tunick, que busca conjugar arte y política para mostrar a Trump como incapaz de ocupar la Casa Blanca.
Otra protesta "Stop Trump" está programada para el lunes, solo horas antes del inicio de la convención.