Cuarenta y dos personas resultaron heridas por macacos salvajes en la ciudad de Yamaguchi, al oeste de Japón, desde principios de julio, agresiones de una escala inusual que han obligado a las autoridades a recurrir a armas hipodérmicas para calmarlos.
Estos animales están muy extendidos en el archipiélago japonés, donde a veces son considerados como una molestia, ya que husmean en las casas o saquean cultivos.
Pero, resulta raro que estos pequeños monos ataquen directamente a los humanos. Sin embargo, tanto niños como adultos han sido atacados, arañados o mordidos en las últimas semanas en Yamaguchi.
"Es raro ver tantos ataques en tan poco tiempo"
Una adolescente dijo que un mono le había mordido en la pierna, mientras que otro se habría introducido en el apartamento de una mujer en el cuarto piso, según testimonios recogidos por la cadena pública japonesa NHK.
Los macacos japoneses pueden verse con frecuencia en varias partes del país, especialmente las zonas montañosas y suelen comerse las cosechas o entrar a las casas por comida, aunque los ataques a humanos son poco comunes.
"Toda la ciudad de Yamaguchi está rodeada de montañas, por lo que no es extraño encontrar monos" por la zona, afirmó este lunes a la AFP un empleado municipal.
"En cambio, es raro ver tantos ataques en tan poco tiempo", aseguró. "Al principio, solo los niños y las mujeres fueron agredidos. Pero, recientemente, ancianos y hombres adultos han sido atacados", prosiguió.
Las autoridades locales han estado realizando guardias desde las primeras denuncias, el 8 de julio, pero hasta ahora no han logrado capturar ningún macaco.
Tampoco saben si se trata de un grupo aislado especialmente agresivo o de un comportamiento que se ha generalizado entre estos primates.