Una ciudad del norte de China, en la frontera con Rusia, paralizó el miércoles las importaciones ferroviarias, incluidas las de carbón y madera, por un nuevo brote de covid-19.

Las autoridades sanitarias registraron 91 nuevos casos en o cerca de Manzhouli, una ciudad de 231.000 habitantes en la provincia de Mongolia Interior por donde transita más del 65% del comercio entre China y Rusia.

Ante las decenas de casos detectados en días recientes, las autoridades locales decretaron confinamientos y restricciones de viajes.

También "se suspenderá la importación de bienes no transportados en contenedores, como madera, carbón, polvo mineral, fertilizantes químicos" y "otros productos que requieran carga y descarga manual", indicaron las autoridades.

El objetivo es "reforzar la prevención y el control" de los brotes y "bloquear efectivamente la expansión de la epidemia en el extranjero a través de bienes importados", agregaron.

Esta paralización de las importaciones de carbón se produce después de meses en que China ha sufrido escasez de este combustible fósil, llegando a provocar el cierre temporal de fábricas.

Pekín sigue fiel a la estrategia de erradicación del covid-19 dentro de su territorio aplicada desde la detección del virus en su ciudad de Wuhan a finales de 2019.

Pero, a pesar de los controles fronterizos, los cribados masivos y los confinamientos, la variante delta provocó en forma recurrente pequeños brotes dentro del territorio, aunque la incidencia es ínfima comparado con la mayoría de países.

Uno de los últimos brotes, con tres casos de covid, podría estar vinculado al contacto con bienes importados, según los medios estatales.

"Desde noviembre, la mayoría de nuestros nuevos casos internos confirmados están concentrados en la frontera o en ciudades portuarias", dijo esta semana el portavoz de la Comisión Nacional de Salud, Mi Feng.

Publicidad