La Organización Mundial de la Salud (OMS) condenó esta semana los ataques a cinco hospitales sirios entre el 13 y el 15 de noviembre que dejaron dos muertos y 19 heridos, seis de los cuales eran profesionales médicos.
Tres de esos ataques se produjeron en la parte occidental de la provincia de Alepo y los dos restantes, en la de Idlib.
Los hospitales atacados proveían unas 10 mil consultas ambulatorias mensuales en ambas provincias y más de 1.500 intervenciones quirúrgicas en el caso de los centros de atención médica en Alepo.
La OMS señaló que en lo que va de 2016 se han registrado 126 ataques a dependencias sanitarias y denunció cada vez son más intensos y frecuentes.
El organismo de la ONU exigió una vez más a todas las partes en conflicto que respeten la seguridad y la neutralidad de los trabajadores y los centros de salud.
Por último, advirtió que los ataques deliberados contra hospitales suponen una grave violación del derecho internacional.
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