Un extraño acontecimiento llevó a las autoridades de la ciudad australiana de Queensland a cerrar completamente una carretera.

El motivo de esta decisión radica en que la grava que le pusieron al asfalto producto de la reinaguración de la carretera, junto con altas temperaturas, provocaron que los neumáticos de al menos 50 vehículos que pasaron por el lugar empezaran a derritarse.

"Hubo personas que fueron detenidas a un lado de la carretera y estaban completamente desconcertadas de lo que les había sucedido a sus vehículos", aseguró la conductora Bridget Daley a ABC según consignó Time.

La situación llegó a tal gravedad que incluso un camión de 34 ruedas que pasó por la carretera sufrió daños en todos sus neumáticos.

Los funcionarios a cargos de la autopista cerraron la ruta e iniciaron las reparaciones. Además, prometieron que indemnizarán a todos los conductores cuyos resultaron dañados.

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