Las autoridades sanitarias en China tomaron la decisión de prohibir, al menos de momento, el consumo de ratas salvajes, o ratas de bambú chinas, por ser un posible portador de coronavirus.

Antes del inicio de la pandemia que se ha propagado por todo el mundo, y que según los antecedentes habría comenzado en un mercado exótico de Wuhan, China, las ratas de bambú o “zhu shu”, por su lugar de precedencia, fueron consideradas como un alimento habitual de restoranes y aclamadas por su valor nutricional.

Los animales pueden llegar a pesar hasta cinco kilos y llegar a crecer hasta los 45 centímetros, mucho más grandes que una rata o un ratón común. Se alimentan precisamente de bambú y son considerados como un roedor salvaje.

Según la medicina tradicional china, la carne de este tipo de rata que comenzó a ser consumida miles de años atrás, puede ayudar a desintoxicar el cuerpo y mejorar las funciones del estómago.

El libro de medicina china Ben Cae Gang Mu, escrito por el médico y farmacólogo Li Shizhen asegura que las ratas “del tamaño de un conejo lo comen muchas personas y sabe a pato”.

Con el correr de los años se han ido propagando las recetas para cocinar a estos animales e incluso hoy el chef chino y escritor Wang Gang, que tiene 1.35 millones de suscriptores en Youtube, aprovecha la plataforma para mostrar cómo cocinar ratas de bambú fritas, en un video que ha sido visto por más de seis millones de usuarios.

Según explicó el Daily Mail desde que comenzó la propagación del coronavirus en Wuhan, el doctor Zhong Nanshan, principal epidemiólogo de China, afirmó que la epidemia podría estar  relacionada con el consumo de ratas de bambú. Otros expertos han nombrado murciélagos, serpientes o pangolines como la fuente probable.

En febrero, el máximo comité legislativo de China prohibió todo el comercio y consumo de animales salvajes temporalmente a raíz de la crisis de salud, sin embargo hasta ahora se desconoce si esta prohibición será permanente o solo transitoria.

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