El conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte ha ido escalando cada vez más durante las últimas semanas.
El portaaviones USS Carl Vinson debería llegar en estos días al Mar de Japón, en un intento de parte de Washington de disuadir al gobierno Kim Jong-un de terminar con sus ensayos nucleares y de demoostrar su poder militar.
El objetivo parece estar lejos de conseguirse, toda vez que durante el fin de semana una columna de opinión en un diario oficialista de Pyongyang escribió que sus fuerzas armadas están prepararadas para derribar a cualquier nave enemiga.
Frente a este escenario, China, vecino y uno de los pocos aliados de Corea del Norte en el mundo, comienza a asumir un rol mediador.
Fue por eso que el presidente Xi Jinping llamó esta mañana a Donald Trump para pedirle "moderación" respecto del regimen de Kim Jong-un.
"China llama a la moderación a las partes relevantes y a evitar acciones que incrementen tensiones en la península coreana", dijo Jinping.
Existen muchas especulaciones de que Corea del Norte realizará mañana algún tipo de ensayo con armas, a propósito del 85° aniversario de su ejército.
"La única manera de resolver la cuestión nuclear norcoreana lo más rápido posible y de llevar a cabo las desnuclearización de la península es que cada parte asuma su responsabilidad", le comentó Xi a Trump.
No fue el único líder asiático con el que conversó el mandatario estadounidense en esta jornada.
El primer ministro japonés Shinzo Abe se comunicó con él para recordarle que las políticas de Pyongyang son "una amenaza extremadamente grave para Japón y para la comunidad internacional".