El presidente chino Xi Jinping aseguró el domingo que su país "jamás renunciará al uso de la fuerza" para conseguir la reunificación de Taiwán y criticó la "interferencia" de "fuerzas externas" en la isla.
"Resolver la cuestión de Taiwán es un asunto del pueblo chino y debe ser resuelto únicamente por el pueblo chino. Intentaremos buscar la perspectiva de una reunificación pacífica con la máxima sinceridad y los mayores esfuerzos", dijo en el discurso inaugural del Congreso del Partido Comunista en Pekín.
"Pero no nos comprometeremos jamás a abandonar el recurso de la fuerza y nos reservamos la posibilidad de tomar todas las medidas necesarias", advirtió.
Separada de facto de la China comunista desde 1949, Taiwán es una isla de gobierno autónomo y democrático que Pekín considera parte de su territorio y aspira a recuperar.
"Las ruedas históricas de la reunificación nacional y el rejuvenecimiento nacional están avanzando", dijo Xi. "La reunificación de la patria se debe conseguir y se conseguirá", aseguró.
El dirigente, que debe conseguir un tercer mandato en el poder en este congreso, también denunció la interferencia de "fuerzas externas" en Taiwán.
"Hemos dirigido con resolución una lucha contra el separatismo y la interferencia, y demostrado nuestra determinación y nuestra capacidad de salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial y de oponernos a la independencia de Taiwán", dijo Xi.