Un ciudadano surcoreano fue ejecutado en China por tráfico de drogas, un desenlace poco habitual para los reos extranjeros en este país que puede atizar las tensiones entre Pekín y Seúl.
El acusado presentado en China como "M. Jiang", cuya transliteración al coreano puede ser "M. Kang", fue ejecutado el viernes por la mañana tras la lectura del veredicto de un tribunal de la provincia de Cantón (sur), indicó a la AFP el ministerio chino de Relaciones Exteriores.
"El derecho penal chino estipula que la pena de muerte puede aplicarse para delitos extremadamente graves en materia de droga", dijo el ministerio.
"Cuando acusados de nacionalidad extranjera cometen un crimen sobre el territorio chino, la ley china se aplica de la misma manera", precisó.
El individuo había sido arrestado en China en 2014 por posesión de 5 kilos de metanfetamina, según la agencia de prensa surcoreana Yonhap.
En 2019 recibió la condena a muerte, ratificada un año después, explicó este medio.
El gobierno surcoreano expresó sus "lamentos" después de la ejecución de su ciudadano.
"El gobierno ha hecho múltiples solicitudes para reconsiderar o posponer la ejecución por motivos humanitarios a través de varios canales desde que se anunció la sentencia a muerte", dijo un responsable del ministerio de Relaciones Exteriores surcoreano.
El número de personas ejecutadas cada año en China es un secreto de Estado, pero la aplicación de la pena capital en ciudadanos extranjeros no es frecuente.
Según la agencia Yonhap, se trata de la primera ejecución de un surcoreano en China por narcotráfico en nueve años.
Como otros países de Asia, por ejemplo Singapur, China dispone de una legislación particularmente estricta en materia de narcotráfico, que ha provocado varias condenas a muerte contra extranjeros en los últimos años.