AFP
Corea del Sur confirmó este miércoles que varios cazas furtivos estadounidenses F-22 "Raptor" habían sido desplegados en su territorio para llevar a cabo maniobras aéreas conjuntas, a pesar del reciente acercamiento con el régimen norcoreano.
Unos F-22 "Raptor" ya habían sobrevolado Corea del Sur en diciembre cuando Seúl y Washington realizaron sus mayores ejercicios aéreos, días después de que Corea del Norte lanzara un misil balístico intercontinental (ICBM) con la capacidad de alcanzar el suelo estadounidense.
Las autoridades norcoreanas siempre han rechazado con vehemencia el despliegue de aviones furtivos como los F-22, los F-35A o los F-35B, que, según ellas, pueden llevar a cabo ataques quirúrgicos.
El anuncio oficial llega después de que la prensa surcoreana informara el domingo de la llegada de ocho F-22 a la base militar de Gwangju, en el sur de la península.
Los ejercicios aéreos "Max Thunder", en el que participarán un centenar de aviones estadounidenses y surcoreanos, comenzarán el 11 de mayo y durarán dos semanas.
"Max Thunder es un ejercicio regular que estaba previsto mucho antes de que surgiera el proyecto de cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte", indicó en un comunicado el ministerio surcoreano de Defensa, que pidió a los medios evitar las "especulaciones" respecto a las intenciones de ese despliegue.
El diario conservador Chosun Ilbo había afirmado antes que el objetivo de ese despliegue era aumentar la presión sobre Pyongyang antes del encuentro histórico entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un.