Los muertos se cuentan por decenas y los heridos superan el medio centenar. Sin embargo, para los sobrevivientes, lo más sorprendente es que la cifra de víctimas no sea mucho mayor.

Los números oficiales indican que lo que ocurrió la madrugada de este 1 de enero en el club nocturno Reina, en Estambul (Turquía), fue una carnicería: 39 personas murieron y 69 resultaron heridas durante el ataque armado realizado por un hombre que aún no ha sido identificado.

"Dicen que hubo 35 o 40 muertos, pero probablemente sean más porque cuando yo salí de allí la gente estaba caminando encima de otras personas", comentó Sefa Boydas, un jugador de fútbol profesional, al explicar a la agencia AFP cómo huyó de la discoteca a la que había llegado 10 minutos antes de la masacre.

"Justo cuando apenas acabábamos de llegar hubo un montón de polvo y humo junto a la puerta. Sonaron disparos y, entonces, muchas mujeres se desmayaron. Mi novia estaba usando zapatos de tacón alto, por lo que la cargué sobre mi espalda para sacarla de allí", comentó.

"Debí levantar varios cuerpos para escapar"

Se estima que unas 700 personas estaban presentes en el exclusivo club, a orillas del Bósforo, cuando se produjo el ataque en torno a la 1:30 am (hora local).

   
"Tuve que levantar varios cuerpos que tenía encima antes de poder salir de allí", dijo Sinem Uyanik.

Para escapar, algunas saltaron al río pero otras tuvieron que superar antes una alfombra de cuerpos tirados en el suelo.

"Antes de que pudiera darme cuenta de lo que ocurría, mi esposo me cayó encima", dijo Sinem Uyanik, una de las sobrevivientes entrevistada por la agencia AP en el hospital Sisli de Estambul.

"Tuve que levantar varios cuerpos que tenía encima antes de poder salir de allí", dijo la mujer, cuyo marido, Lutfu Uyanik, resultó herido durante el ataque aunque los médicos afirman que su vida no corre peligro.

Caos y terror

"Estábamos pasándola bien, pero de repente todo se transformó en caos, en una noche de terror", relató Maximilien, un turista italiano a la agencia AP.

   
Se estima que había unas 700 personas en el club nocturno cuando ocurrió el ataque.

 

   
El club Reina es uno de los centros nocturnos más exclusivos de Estambul.

Desde fuera del local, la escena no era menos impactante.

Mehmet Dag contó cómo vio al atacante disparar primero al policía que estaba en la puerta del local y, luego, al guardia de seguridad.

"Una vez que entró, no sé lo que ocurrió. Sonaron disparos y luego de dos minutos se escuchó una explosión", narró.

Ismail Celebi, quien se hallaba al otro lado de la calle frente al local, narró cómo vio "gente corriendo, pasando unos encima de otros", tras escuchar un sonido que parecía una explosión.

"Hasta donde vi, había gente con grandes heridas saliendo de allí. Es difícil de creer", concluyó.

 

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