El primer ministro británico, David Cameron, dijo hoy en Wildbad Kreuth (sur de Alemania) que su meta es "asegurar el futuro del Reino Unido dentro de una Unión Europea (UE) reformada".
David Cameron hizo esta declaración este jueves tras salir de una reunión de la Unión Socialcristiana (CSU), ala bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel, a la que asistió como invitado.
El jefe de Gobierno británico expresó concretamente su deseo de establecer reglas para que los sistemas sociales de su país no generen un exceso del flujo de inmigrantes de países pobres hacia el Reino Unido.
"Soy partidario de la libre circulación de trabajadores dentro de la UE, pero tenemos que evitar que nuestros sistemas sociales no sean un imán que generen una inmigración exagerada hacia el Reino Unido", dijo Cameron.
La líder de la CSU en el Bundestag, Gerda Hasselfeld, dijo que durante la reunión Cameron había podido constatar el interés de ese partido en que el Reino Unido siga siendo miembro de la UE. "La permanencia del Reino Unido en la UE responde al interés de Alemania pero ante todo al interés de Europa", señaló Hasselfeld.
Restricciones a prestaciones sociales para extranjeros
En un artículo que publica hoy el diario alemán "Bild" Cameron pide restringir las prestaciones sociales para los trabajadores extranjeros, incluyendo a los comunitarios, durante los primeros cuatro años de estancia en su país de acogida.
"Queremos impedir que alguien reciba prestaciones de los sistemas sociales sin haber contribuido antes a ellos", escribe Cameronen el artículo. "He propuesto reducirlas durante los primeros cuatro años", señala. La idea de restringir las prestaciones sociales forma parte de un catálogo de cuatro puntos que, según Cameron, parte de preocupaciones de ciudadanos británicos pero también tiene que ver con problemas que afectan a otros países europeos.
El primer punto es la necesidad de reducir la burocracia y eliminar barreras al libre comercio que afectan al crecimiento. El segundo la reducción de competencias de Bruselas y el aumento de las mismas para los parlamentos nacionales, el tercero la introducción de reglas que permitan reformas de la eurozona sin perjudicar a los países de la UE que están fuera del euro y el cuarto la idea de reducción de prestaciones sociales.
El primer ministro británico considera que estas reformas, además de enfrentar problemas que no afectan sólo al Reino Unido, contribuirían a que los ciudadanos de su país se pronunciasen a favor de la permanencia en la UE en el referendo que deberá celebrarse a más tardar el año próximo. Actualmente las encuestas dan una mayoría del 52 % a los partidarios de que el Reino Unido abandone la UE.