La candidatura de François Fillon parece tener las horas contadas. Desde que el miercoles informara que será imputado por la justicia en la investigación por los supuestos empleos ficticios de su familia, ha ido perdiendo adeptos, apoyos oficiales y alrededor de 70 colaboradores. El último de ellos, Thierry Solère, su portavoz, quien hoy anunció que dejaba el cargo.

Así las cosas, toma cada vez fuerza que sea Alain Juppé quien finalmente represente a la derecha en las próximas elecciones presidenciales en Francia, el 23 de abril.

El ex primer ministro galo, en todo caso, no saldrá a proponer su nombre, sino que esperará que Fillon siga la dirección que cada vez más gente de su colectivo quiere que tome: la de salida.

"No se escabullirá si se cumplen estas condiciones: que François Fillon se retire por iniciativa propia y que su familia de la derecha y del centro, Los Republicanos, lo respalde de forma unánime (...) Juppé no es un golpista, jamás expulsará a Fillon y no está tramando ningún complot", aseguró una fuente de su entorno.

Incluso, esta opción contaría con el apoyo de Nicolas Sarkozy, su rival dentro del sector. El ex presidente, según el diario Le Parisien, habría dado el visto bueno a la operación.

La decisión de Fillon y el ascenso de Juppé debe producirse pronto. Los candidatos tienen hasta el 17 de marzo para conseguir los 500 apoyos de representantes locales necesarios para participar en las elecciones. 

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